MTV se despide hoy de la TDT. Último día para ver en abierto las reposiciones de Alaska y Mario, MTV Tunning, Geordie Shore o ese perturbador formato llamado Embarazada a los 16.
A partir de mañana, la cadena de videoclips musicales (que ya casi no emite videoclips musicales) regresará a la televisión de pago. Será a través de Canal Plus (lo que antes se llamaba Digital Plus).
Las nuevas formas de consumo musical obligaron a la decana televisión de videoclips a reinventarse. De esta forma, MTV se convirtió en un canal especialista en fabricar frenéticos realities shows.
Next, Parental control, Super dulces 16, True life, Disaster date, Paris Hilton my new best friend, Room raiders… la lista de este tipo de programas es eterna y llena de posibilidades.
Espacios para buscar pareja (o que te la encuentren directamente tus padres), enseñar tu casa de niño rico, celebrar a lo grande tu dieciséis cumpleaños o, incluso, luchar por ser el mejor amiguito de Paris Hilton.
La música había dado paso al reality adolescente, a través de esta fórmula que entremezcla la realidad y la ficción sin complejos. Así, MTV supo adaptarse a los nuevos tiempos televisivos, donde los videoclips ya se consumen a un clic en Youtube.
Sin embargo, la remisión en nuestro país de estos formatos, sólo doblados al español, no ha alcanzado tanto éxito: el público no se ha sentido identificado con su universo. De hecho, sólo cuando MTV España ha realizado remakes propios el share se disparó, pues eran espacios más reconocibles para los espectadores españoles. MTV Tuning, Alaska y Mario o Gandía Shore son los mejores ejemplos de espacios con los que el canal alcanzó audiencia y, sobre todo, repercusión en las redes sociales.
La apuesta de una televisión juvenil importada bajo la marca MTV no funcionó en el caos de nuestra TDT. La cadena no destacó en un momento de crisis publicitaria y no alcanzó los objetivos que buscaba Viacom. Ahora vuelve a su hábitat natural, las plataformas de pago. En este entorno, deberá encontrar el equilibrio entre convertirse en una alternativa musical sólida, con contenidos extra que no están en la red, y un atractivo contenedor de desvergonzada tele-realidad. MTV debe demostrar que, en realidad, Youtube no mató la televisión musical.
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