OPINION

Cuatro razones por las que Anne Igartiburu no está oxidada

Anne_Igartiburu corazón
Anne_Igartiburu corazón

Llevaba tiempo sin presentar un 'prime time' y este sábado regresó al horario de máxima audiencia con la gala de preselección del candidato español a Eurovisión. Era un regalo envenenado. Sin embargo, Anne Igartiburu supo salir airosa. Y eso que el contexto no ayudaba nada, incluso tuvo que lidiar con una sirenita repelente que recitaba un guion difícil de digerir.

Pero,  allí, en el plató de ese Mira quién Baila que ya no presenta, Igartiburu demostró que no se siente oxidada. Ni mucho menos. Cuatro razones lo demuestran.

1. PASO A VÍDEO, PASO A VÍDEO.

Valerio Lazarov se fijó en Anne Igartiburu para un pasteloso concurso de Telecinco, Maridos y Mujeres se llamaba. Pocos lo recuerdan. Fue un fiasco, pero Anne se recolocó rápido en El Imperdible, un programa cultural de TVE. Este formato tampoco duró demasiado.  Y de ahí dio el salto al infinito Corazón de verano.

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Poco tiene que ver aquella Igartiburu, con forma de corazón, con la maestra de ceremonias de la noche del pasado sábado. Su rapidez de reflejos se ha multiplicado y en Mira quién va a Eurovisión llevó con soltura las riendas de un show en el que se intuía una trastienda bastante caótica. Tal vez por falta de experiencia en formatos de estas características de la dirección elegida. Pero este desorden no se notó en exceso, gracias a las horas de plató de Igartiburu. Hay que reconocérselo.

2. CANTANTE EN PLAYBACK

La gala eurovisiva arrancó con un remix musical que podía ser la caspa absoluta. Lo fue. Sin embargo, la presentadora se salvó de la quema:  transformó un numerito pillado con alfileres en un simpático gag. La clave está en que no se lo tomó demasiado en serio: sus caretos distendidos y sobreactuados fueron un plus. Al final, el resultado no quedó tan mal. De hecho, si nos llegamos a despistar, ella misma podía haber sido la elegida para ir a Eurovisión.

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3. CUERPO DE BAILE

Ya casi no existen presentadoras todoterreno. Anne tampoco lo es. No obstante, se atreve a jugar y hasta, además de cantar, también consumó un bailecito apoteósico. La vasca ha aprendido a romper sus corazas y tirarse a la piscina del espectáculo cuando se lo requiere la cadena pública. Así pasó en Eurovisión, donde desde su lado serio coqueteó con la ironía. Experiencia previa no le falta. ¿Os acordáis de los Telepasión que protagonizó?

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4. LA EVOLUCIÓN

Anne ejemplifica la evolución de una presentadora en la pequeña pantalla. Puede gustar más o menos, pero el sábado dejó en evidencia que cuenta con la intuición necesaria para comandar con solvencia un prime time por caótico que sea. Hasta en los minutos finales, cuando se formó un desaguisado en el plató al conocerse el ganador, incluso supo bromear con el pedestal desde donde debía cantar Ruth Lorenzo. Ese pedestal ya sobraba en ese punto del programa, pero Anne salvó el ortopédico momento en el que unos operarios lo instalaban en el centro del Estudio. Y es que Anne Igartiburu hizo parecer fácil un programa que no lo fue. Nada.

> Errores y aciertos de la preselección eurovisiva que ganó Ruth Lorenzo

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