OPINION

'Supervivientes' planta cara a 'Velvet' con el fichaje de Amador Mohedano

Amador Mohedano salto del helicoptero supervivientes
Amador Mohedano salto del helicoptero supervivientes

Amador Mohedano y la cantante Rebeca (duro de pelar) ya son nuevos concursantes de Supervivientes. Tras una última temporada de gran éxito, la actual edición del reality de aventureros ha evidenciado un expectación más débil por parte del público. La audiencia se había ido resintiendo con el paso de las semanas. Ni el efectista salto desde el helicóptero de los concursantes ya sorprendía como antes.

Así que Telecinco ha decidido revolucionar el formato con un fichaje que impulsara el interés de sus fieles. Amador Mohedano, co-protagonista del culebrón de Rosa Benito -retransmitido por Sálvame-, se ha convertido en el as en la manga para atraer grandes audiencias y, de paso, retroalimentar el resto de la programación de la cadena.

Y es que la gran debilidad de esta edición de Supervivientes ha estado en el casting. El formato optó por un gran número de participantes conocidos sólo por los seguidores acérrimos de programas como Mujeres, hombres y viceversa pero que, en realidad, eran unos grandes desconocidos para la audiencia de masas.

Chicas y chicos guapos que, sin discotecas en polígonos y sin malentendidos vía whatsApp, no dan casi juego en el ámbito de la superviviencia. Del elenco, Bibiana Fernández, expulsada anoche, era el único personaje vip real que despertaba curiosidad.

Con este panorama y sin grandes conflictos en las islas, el show se ha ido desinflando hasta anoche, cuando frenó su merma de audiencia y creció casi cuatro puntos gracias a la incorporación de Amador Mohedano. De esta forma, el programa alcanzó un 20,7 por ciento de share y 2.420.000 espectadores frente a Velvet que consiguió un 20 por ciento de cuota y 3.704.000 televidentes. Eso sí, Supervivientes logra superar a la serie de Antena 3 en share debido a que cuenta con una duración mayor: su emisión se estira hasta bien pasada la medianoche, franja donde existe menor volumen de competencia.

Las reglas del juego se reinventaron para salvar el espectáculo.

Lejos queda ya aquel primer reality de nuestra historia televisiva, Gran Hermano, con reglamentos estrictos que eran uno de los grandes alicientes del formato. Ahora los realities son más flexibles con sus normas: se van escribiendo, trastocando y modificando a medida de las necesidades del guion del programa. Así está pasando en esta edición de Supervivientes. Aunque  esta gran flexibilidad en los 'estatutos' del concurso también puede ser una decepción en el espectador que cada vez desconfía más de la verdad de este tipo de espacios.

Es la ley de supervivencia de los reality, para crecer deben arriesgar en esa 'vuelta de tuerca' que evite cualquier debilidad de audiencias. Y Supervivientes es una importante apuesta de Telecinco que necesita grandes datos de share: por inversión, por despliegue técnico y por capacidad creativa. Luchar contra la sólida historia de Velvet no es fácil, tampoco ayudan sus propios (y algo anodinos) concursantes. Si los datos vuelven a flaquear en las próximas semanas, al final, tendrán que recurrir a Aída Nizar y su personalidad que lo pone todo 'patas arriba'. Una vez más.

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