OPINION

Letizia Ortiz: lo que aprendió en el Telediario para ser reina

LETIZIA ORTIZ TELEDIARIO
LETIZIA ORTIZ TELEDIARIO

Sólo una década ha pasado desde que Letizia Ortiz presentó su último Telediario. El destino (y el amor) quiso que dejara su ascendente trayectoria profesional en TVE para convertirse en Princesa de Asturias.

Mañana, España tendrá una reina periodista. Un hecho histórico que sucede en una primavera en la que se está fraguando un cambio de valores, estructuras y poderes en nuestro país. Y uno de ellos será la ascensión de una profesional liberal a primera representante consorte del Reino de España. Su experiencia en los medios de comunicación puede ser un valor añadido para revolucionar la Casa Real y emprender una regeneración. Porque trabajar en el Telediario debería ser un Máster para entender mejor la sociedad actual.

Letizia Ortiz es una buena conocedora de la prensa. No sólo como ex trabajadora de CNN o TVE, entre otras compañías, también como ex comunicadora, una ventaja a la hora de lanzar los mensajes. En los Telediarios aprendió las necesidades de los grandes medios y el funcionamiento de los engranajes de una profesión vital para la percepción social de la monarquía. También descubrió como se las gasta el poder para controlar la información a favor de la propaganda y, al mismo tiempo, como el buen periodista realiza equilibrios para esquivar las tijeras de la manipulación. No hay que olvidar que Letizia Ortiz trabajó en la controvertida etapa de Alfredo Urdaci al frente de los servicios informativos de Televisión Española.

Aunque, sobre todo, el gran aporte de Letizia Ortiz a la Casa Real es que se ha curtido en el periodismo de base, como redactora, desde sus comienzos como becaria en La Nueva España. Letizia ha estado en la calle y, además de presentar, ha sido enviada especial en importantes conflictos: la invasión de Irak, los atentados de las Torres Gemelas o tocando el chapapote en la crisis del Prestige.

Ha tomado, por tanto, el pulso a la realidad en primera persona. Sin intermediarios, ni envuelta en demasiados algodones. Lo que se traduce en que inevitablemente propicia un contacto más directo de la Casa Real con la realidad y el sentir social.

Diez años después, Letizia sigue estando en la calle. Literalmente. De ahí que algunos incluso la denominen como la Reina hipster. Está al tanto de la situación del país, la desilusión social, la cultura -de la más comercial a la más indi- y el lenguaje de las redes sociales -se dice que tiene un Twitter con pseudónimo-. Es consciente de su tiempo, un tiempo en el que España sufre un grave descrédito político de las instituciones públicas.

En definitiva, Letizia Ortiz parece seguir manteniendo intacta esa curiosidad del periodista de redacción. Con la coronación de Felipe VI, aquella chica que presentó el Telediario de las nueve de la noche puede ir saliendo paulatinamente del caparazón del rancio protocolo real para mostrar su experiencia en la realidad del periodismo de base, ese que busca cambiar las cosas, se sustenta en la mirada crítica y poco o nada tiene que ver con aquellas vidas en el desvirtuado, vetusto y artificial microclima de los verdes jardines de palacio.

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