OPINION

30 años del estreno de 'La Bola de Cristal', el programa que rompió esquemas (VÍDEOS)

LA BOLA DE CRISTAL ALASKA
LA BOLA DE CRISTAL ALASKA

'La Bruja Avería' y los Electroduendes cumplen tres décadas.

6 de octubre de 1984. Sábado por la mañana. La primera cadena de Televisión Española estrenaba un nuevo programa infantil que no parece infantil. Nacía La Bola de Cristal. Nacía un hito de la televisión al grito de “¡Viva el mal, viva el capital!”, una afirmación, de una bruja llamada Avería, que parece imposible a día de hoy en la pequeña pantalla.

Y es que La Bola de Cristal aterrizó en TVE para transgredir y romper esquemas a través de algo tan sencillo y fascinante como... la inteligencia. Dividido en cuatro segmentos (Los electroduendes, El librovisor, La Banda Magnética y La Cuarta Parte), el formato derribaba el tipo de televisión que hasta entonces se había hecho para los niños, con un programa que, como cualquier crío, era travieso, desmontaba lo previsto y contagiaba una ilusión genuina.

La Bola de Cristal era una lección constante que invitaba a aprender gracias a la mirada cómplice de unos peculiares personajes que lo mismo te mostraban como se fabricaba un juguete que te versionaban grandes clásicos de la literatura. Siempre creyendo en el porvenir de una sociedad más crítica, más inquieta y más libre.

Políticos (el primer invitado del programa fue el alcalde de Madrid Enrique Tierno Galván), periodistas (como Pedro J. Ramirez) escritores (como Fernando Savater) o músicos (como Bernardo Bonezzi, que se autoentrevistó) eran convidados al espacio. La propia Lolo Rico, directora y alma de este programa, realizaba alguna de estas hoy míticas entrevistas. Lo hacía junto a su pato, al que pretendía instruir y que resultó clave durante los cuatro años de emisión. Y, en semejante contexto, los entrevistados divagaban de forma distendida sobre los engranajes de la sociedad y hablaban a los niños como si fueran un adulto más.

Porque La Bola de Cristal no era un programa solo para niños. Era mucho más que eso: era un brújula que buscaba, con inusitada pasión, el norte de un país que ya pasaba la "edad del pavo" de la democracia. Desde un programa supuestamente infantil, se realizaba una radiografía autocrítica de su tiempo (y del futuro que se dibujaba a la vuelta de la esquina). Es más, muchos de sus vídeos de crítica a la credibilidad de la política y la economía siguen vigentes hoy.

Cada programa era un cajón desastre apasionante: personalidades del campo de la cultura, temas musicales con "sonido pregrabado”, ácidas situaciones teatrales protagonizadas por actores sin complejos, píldoras ilustradas con sabios consejos ("¿Por qué ni lo intentas?" / "Solo no puedes, con amigos sí" / "Si no quieres ser como ellos, lee"), ContraTelediarios o episodios de series ya por entonces míticas como La Pandilla, La familia Monster o Embrujada. Todo aderezado por la mirada contestataria de los electroduendes. Porque el programa no temía lo políticamente incorrecto, concienciando sobre cuestiones cívicas, ecológicas e incluso sobre la propia televisión. “Tienes quince segundos para imaginar; si no se te ha ocurrido nada, a lo mejor deberías ver menos la tele”, sentenciaban sin complejos ni miedo a tirar piedras contra sus propios tejados.

Un exhaustivo trabajo semanal que dista mucho de las maneras de la televisión actual. Sin grandes presupuestos, los decorados se transformaban a diario, se experimentaba con la tecnología de la época y sobre todo se jugaba con las ideas. El programa contaba una historia de principio a fin, con instinto. Era televisión de autor, gracias al sello omnipresente de la dirección de Lolo Rico y también a la mano de los realizadores Ernesto Quintana, Matilde Fernández y Rafael Galán, que cuidaban al milímetro la realización visual, siempre calculada de manera precisa: prácticamente cada segundo de cada plano estaba pensado a conciencia con el mayor de los espíritus televisivos.

Y, por ello, esas imágenes han quedado marcadas en la retina de generaciones. Por atrevidas e impactantes. No tanto por infantiles, que aún no sabemos si lo eran en un sentido estricto. Lo que sí está claro es que el programa lanzó al ruedo televisivo a rostros como Olvido Gara -Alaska-, Pablo Carbonell, Javier Gurruchaga, Kiko Veneno, Santiago Auserón, Pedro Reyes o Anabel Alonso.  Pero las presiones de las altas esferas terminaron con 'La Bola' en 1988: entendían que los mensajes que enviaba el espacio se habían radicalizado. Un formato que arrancó con 100.000 espectadores y terminó con 5 millones de fieles, que vieron como en el último capítulo los Electroduendes se 'convertían' (como castigo) en los ministros del gobierno de Felipe González.

Un programa que ha pasado a la historia por méritos propios. Porque La Bola de Cristal logró una televisión pública que iba por delante, rompiendo moldes predeterminados y, al mismo tiempo, atreviéndose a promover valores sobre la amistad, la solidaridad y la importancia de soñar con los pies en la tierra. ¡Viaja con la imaginación, lee libros! Y eso, a algunos, daba mucho susto.

Era la televisión comprometida, a su manera, con su país. Sabía entretener, sabía despertar inquietudes, sabía potenciar la curiosidad, sabía dejarnos claro que no debíamos creernos todo lo que nos contaran por la tele... sabía explicar a las ingenuas nuevas generaciones que no siempre ganan los buenos.

Primeros minutos del primer programa

http://www.youtube.com/watch?v=LfbzRb6pT2Q[embed]

Los parados

http://www.youtube.com/watch?v=KhRrFH_EnQY[embed]

El pupitre de atrás

http://www.youtube.com/watch?v=nntxzFIp_lQ[embed]

Solo no puedes, con amigos sí

http://www.youtube.com/watch?v=2akpp4uB6Sk[embed]

¿Por qué no lo intentas?

http://www.youtube.com/watch?v=9syU8JXxn7U[embed]

Si no quieres ser como ellos, lee

http://www.youtube.com/watch?v=tfHOkQMNlMU[embed]

Los Electroduentes (José María Cano)

http://www.youtube.com/watch?v=gKmIAtuV6f0[embed]

Viva el mal, viva el capital

http://www.youtube.com/watch?v=Pqd6Ue44X94[embed]

Es la bola de cristal

http://www.youtube.com/watch?v=H5Z9h_uGpZM[embed]

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