OPINION

'Madrileños por el mundo': el programa de viajes más copiado

madrienos por el mundo
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El formato viajero de Telemadrid cumple 10 años

Ya ha pasado una década desde que Telemadrid, cuando aún era una cadena con visión en contenidos televisivos próximos, cercanos y con personalidad, decidió estirar el formato Mi cámara y yo, que más tarde sería germen de Callejeros, para crear una versión internacional denominada Madrileños por el mundo. La decisión resultó un rotundo éxito.

Parecía un programa de viajes, pero era más que eso. Y ahí está el secreto del buen funcionamiento del formato. Madrileños por el mundo es un espacio de historias de paisanos que han triunfado en el extranjero. Nos muestra cómo se desarrolla su vida en otro hábitat con otras costumbres y, de paso, nos enseñan el lugar en primera persona.

Al final, Madrileños por el mundo mezcla la esencia de los programas 'aspiracionales' de estilos de vida con el género de viajes y el show de testimonios. De hecho, el programa creó escuela a la hora de hacernos sentir que el propio reportero es el cámara y que no hay nadie más alrededor, para dar más complicidad e intimidad a todo el espacio. Pero sí, alrededor también hay un operador de cámara, junto al periodista.

En cualquier caso, la gracia es centrar la conversación únicamente en los entrevistados y los reporteros, sin más parafernalia. Estos últimos, por cierto, fingen una ingenuidad pasmosa en muchos momentos. Ese es otro de los trucos del éxito de Madrileños por el mundo: esa ingenuidad disfrazada de curiosidad que saca instantes más jugosos a los emigrantes y subraya las características más peculiaridades del lugar o de ellos mismos.

La historia personal comparte protagonismo con el destino a descubrir. Ya se han visitado más de 300 enclaves. Y siempre con protagonistas que son felices y han logrado una vida de éxito, no se muestran dramas humanos de españoles a los que no les va tan bien fuera. Al contrario, los Madrileños por el mundo nos hacen de luminosos guías que lo saben todos sobre los lugares (aunque lo acaben de leer en la Wikipedia) al mismo tiempo que comparten con los espectadores algunas intimidades: desde sus parejas hasta cómo es su casa y cuánto les cuesta. Y consiguen que nos entren ganas de ser como ellos, de vivir en esas ciudades.

Con esta receta, el programa se ha ido multiplicado y ha ido inspirando a muchos canales. Prácticamente todas las autonómicas han tenido su versión, siguiendo el característico sello del espacio madrileño. También las cadenas nacionales. La 1 apostó por la edición estatal con Españoles por el Mundo, mientras que Cuatro hizo lo propio con Callejeros Viajeros. Otras reinvenciones ha sido Dutifrí en Javier Sardá en Telecinco, aunque este seguía más la línea de Afers exteriors de la autonómica catalana.

Pero Madrileños por el mundo, que aún sigue en emisión cada martes noche con nuevas entregas en Telemadrid, fue el pionero. Creó escuela y marcó una forma inconfundible de grabar, entrevistar y montar las imágenes. El resultado sigue siendo un inspirador docushow de triunfadores que nos hacen soñar con una vida lejos de España sin olvidar sus raíces y su buena dosis de morriña. Por eso nunca falta las preguntas sobre de qué parte de Madrid eres ("¿De Madrid, de dónde?") y "¿volverás a Madrid?". A la segunda, casi todos responden que no saben...

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