OPINION

El desfile militar de la Fiesta Nacional: claves televisivas de la emisión que rompe audiencias

desfile fuerzas armadas
desfile fuerzas armadas

800.000 euros cuesta el desfile militar de la Fiesta Nacional, sin contar el despliegue aéreo. Un evento que históricamente siempre ha arrasado en audiencias. ¿Volverá a suceder este año?

Y es que, guste más o menos, el acto central del 12 de octubre da mucho juego de cara a la realización televisiva.

Una realización que profesionales, como el veterano realizador de TVE Mauricio Rico, supieron revolucionar en la década de los noventa, tras estar durante años estancada en una emisión aburrida, previsible y convencional. Lo hicieron exprimiendo al máximo los medios técnicos para enriquecer al máximo posible el lenguaje visual del desfile del orgullo militar.

Este objetivo se consigue narrando una historia, más allá de una mera retransmisión. Con los planos de reacción de los propios Reyes, los representantes del gobierno, los militares y, por supuesto, el público asistente.

De esta forma, Rico calculaba al milímetro la colocación de los distintos objetivos de las cámaras para conseguir la coreografía perfecta de planos. Casi todo estaba medido, al minuto.

Fue el primero en incorporar cámaras en las entrañas de los tanques, de los cazas o de la Patrulla Águila, logrando el espectacular plano subjetivo de los propios militares.

LAS TRAMPAS DE LA TELEVISIÓN

Aunque esos planos en los entrañas de los tanques, cazas o la Patrulla Águila no siempre eran en directo. Hacían más atractiva la retransmisión, sí, pero se grababan días antes, en los ensayos, para abaratar costes y que no se torciera nada en la conexión vía satélite en directo.

Algo habitual que también hacía Pilar Miró con algunos insertos de elementos ornamentales de las catedrales en las bodas de las Infantas.

Ahora vivimos en una televisión más exprés, en la que importa menos crear un atractivo envoltorio visual para impulsar la narración de cualquier historia. Ya sea un desfile o un musical. A pesar de contar con más posibilidades tecnológicas, no se aprovechan. En la actualidad, son más convencionales y menos arriesgadas en consonancia con el actual modelo de la televisión que se promueve desde el Estado. Ya no sólo por falta de presupuesto, también por falta de tiempo y riesgo. En ese sentido, ha existido una involución en la espectacularidad de este evento en consonancia con el propio desfile, que ha reducido su grandilocuencia y parafernalia por los obligados recortes.

Aún así,  TVE en el desfile militar de la Fiesta Nacional de hoy ha vuelto a demostrar que cuenta con los mejores en este tipo de retransmisiones. Desde el caos de una unidad móvil, han logrado, una vez más, una emisión elegante, rítmica y que no llegaba tarde a casi nada. Esa es la grandeza de Televisión Española, donde aún están aquellos realizadores que saben construir la televisión en perspectiva. Con instinto, pero sin dejarse llevar solo en la improvisación.

¿Cómo debería ser la TVE que necesitamos en el futuro?

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