OPINION

RTVE vende los emblemáticos Estudios Buñuel a la constructora Pryconsa por 35,27 millones

ESTUDIOS-BUÑUEL-PLATO
ESTUDIOS-BUÑUEL-PLATO

Se trata del fin de estos míticos platós de TVE. Repasamos su historia.

España no es un país con excesiva conciencia sobre su patrimonio audiovisual reciente. Menos aún, con las construcciones industriales en las que se ha producido cine y televisión. El edificio del No-Do espera vacío un nuevo uso con parte de las ventanas tapiadas con ladrillos. Lo mismo sucede con la primera sede de TVE en El Paseo de La Habana, olvidada. Ya desaparecieron los Estudios CEA, los Sevilla Films (hoy un Alcampo) o el mítico Cine Arte, en pleno corazón de la ciudad.

Ahora es el turno del fin de los estudios con más historia de la capital: los Estudios Buñuel. Esta mañana, aprobada su venta por un importe de 35,27 millones de euros a la constructora Pryconsa. Lo que supone su demolición. La falta de un presupuesto firme hace que la cadena deba aligerar su estructura y los Buñuel desaparecerán, a pesar de contar con el plató más grande de España y de haberse implantado recientemente la tecnología HD en ellos.

La función de los representantes políticos debería ser proteger estas instalaciones como el patrimonio audiovisual que es. Pero, en estos tiempos, tanto gobiernos socialistas como populares, no han demostrado interés en preservar unas instalaciones que ya salvó de la piqueta Pilar Miró.

La historia de estos antiguos estudios de Chamartín arranca en 1935 cuando fueron diseñados por el arquitecto Rafael Bergamín, representante clave de la arquitectura racionalista en España. Pero no fue hasta 1959 cuando fueron adquiridos por el magnate Samuel Bronston.

El excéntrico productor de cine estadounidense los rebautizó con su propio nombre e impulsó el rendimiento del complejo. 55 días en Pekín o La caída del Imperio Romano fueron algunas de las superproducciones que acogieron estos platós. Junto a los estudios, además, el magnate se hizo con unos chalets donde alojar a las famosas estrellas de Hollywood que acudían a rodar.

No obstante, su excelente ubicación en el corazón del barrio de Chamartín (avenida de Burgos nº 5) amenazó las instalaciones en los ochenta, que ya estaban cerradas después de que Bronston se arruinara con El fabuloso mundo del Circo. Ya expropiadas, las constructoras intentaron quedarse con unos jugosos terrenos a pocos minutos de Plaza de Castilla. De hecho, se levantaron privilegiadas urbanizaciones de viviendas en la zona destinada a rodajes de exteriores.

Pero RTVE salvó el núcleo central de platós y realizó una rehabilitación a fondo para reconvertirlos a la producción de televisión. Además, edificó un inmueble anexo para redacciones, camerinos, vestuarios, cafetería… Comenzaba una nueva época dorada para esta factoría bajo el nombre de Estudios Buñuel y que contaba, en el momento de su reinauguración con el plató de televisión más grande de Europa, con sus más de 2000 metros cuadrados. También existen otros dos amplios de 800 metros cuadrados cada uno.

Desde 1988, los Estudios Buñuel se transformaron en la factoría perfecta para crear inolvidables programas de gran formato como las ediciones más espectaculares del Un, dos, tres…, ¿Qué apostamos?, El Grand Prix del Verano, La Noche de los Castillos, El circo de TVE, Martes y Trece, Cruz y Raya.Show, Hola Raffaella (primera etapa), Carta Blanca, Rocío Jurado Siempre, Tengo una pregunta para usted, 59 Segundos, MasterChef, Alaska y Coronas… O alegóricas ficciones como El Quijote o La forja de un rebelde. Cientos de espacios dramáticos y de entretenimiento.

A pesar de contar con los platós de mayor tamaño de Televisión Española, el futuro de los Buñuel vuelve a torcerse incierto. Ya está en marcha en Prado del Rey la construcción de tres nuevos platós, que servirán para unificar toda la producción de programas en una misma sede. Sin embargo, los nuevos 'sets' serán de menor tamaño que los de Chamartín (el más grande no llegará los 2000 metros cuadrados).

Desde Televisión Española aseguran que con esta medida no se reducirá las posibilidades de producción de TVE. Aunque, con el tamaño de platós que quedarán operativos en Prado del Rey, RTVE sí verá mermada su capacidad de crear programas, al no contar con ninguna instalación equiparable al espacio polivalente de Buñuel.

En Estados Unidos estos estudios probablemente serían un emblema, incluso turístico. Aquí, en cambio, deben luchar por sobrevivir en un panorama en el que no se suele estimar la inversión de resguardar edificios que son más que edificios: son centros de creación que nuestra historia nos dejó como testigos de la evolución tecnológica y creativa de la industria televisiva, cinematográfica y audiovisual española.

Y ADEMÁS… 

Cuando la política no entiende la esencia de la televisión pública

TVE cumple 58 años en plena crisis

¿Cómo debería ser la TVE que necesitamos en el futuro?

50 años de los Estudios de Prado del Rey (infografía)

El truco de Chicho Ibáñez Serrador que sigue vigente hoy

Mostrar comentarios