OPINION

'La Pechotes' y otras formas de que te contraten sin demostrar tu talento

TELECINCO LA PECHOTES
TELECINCO LA PECHOTES

Isabel Mateos, alias La Pechotes, ha sido fichada por Todo va bien de Cuatro. Se estrena este mismo lunes. Dice ella que empieza por lo bajo, que "no ha aceptado" ofrecimientos de puestos de presentadora. Aunque, la realidad es que su trayectoria televisiva ha arrancado con una entrevista en Un tiempo nuevo, el prime time de los sábados de Telecinco.

Y allí estuvo el sábado, con toda la solemnidad, casi como si se tratara de un político. ¿Qué mérito tiene esta joven para estar en la tele? Sólo uno: ser amiga del Pequeño Nicolás, oscuro personaje de la España de la picaresca que se ha convertido en el único pilar que sube la audiencia del programa de Sandra Barneda.

De esta forma, el espacio de Mediaset decidió estirar la trama de su personaje de éxito llevando a su amiga, recién contratada por un formato de la misma productora. Pero esta vez el asunto no funcionó en audiencia. Un tiempo nuevo se quedó en un pobre 10,9 por ciento de cuota de pantalla (superado por La Sexta Noche con 12,7). El espacio confirma así que no es competitivo y que, además, con esta entrevista a Mateos ha desvirtuado por completo su esencia. Una chica que no aporta nada en el entramado del Pequeño Nicolás más que lo anecdótico, pues, como era de prever, no contó nada interesante ni revelador.

Tampoco parece que Isabel vaya a aportar nada a nuestra televisión en su colaboración con Todo va bien. Mediaset ha fichado a una chica a la que apenas habíamos visto en unas cuantas fotos con muchos filtros y posados calculados. Pero ahora que la hemos visto en movimiento, su fotogenia televisiva es cuestionable y, desde luego, no promete grandes dosis de carisma ante la cámara.

Con esta estrategia, de buscar constantemente el efectismo del tirón puntual, Un tiempo nuevo ha perdido el ADN que venía intrínseco en su título. No parece que el programa vaya a aguantar mucho más en la parrilla de Telecinco si depende de personajes efímeros y relega a un segundo o tercer plano su esencia inicial de análisis serio de nuestro tiempo. Tampoco, por otro lado, lo tiene fácil el show juvenil de Cuatro Todo va bien, que con la marcha de Edurne, ahora necesita contratar a La Pechotes para llamar la atención. A pesar de que esta estudiante de periodismo no ha demostrado su talento más allá del chascarrillo por salir en el guasap del Pequeño Nicolás...

La cadena insiste en que Isabel estudia primero de periodismo para justificar su fichaje. Y ella afirma en su primera entrevista que "no le interesa la política" y que sólo ve Los Simpson (minipunto para Antena 3) y apaga la tele cuando empiezan las noticias. Vamos, lo normal en un estudiante de periodismo. La oportunidad que, así como así, le están dando no viene más que a corroborar una crisis de valores de nuestra sociedad, en la que determinadas compañías televisivas, como estratagema publicitaria, contratan a personas sin talento contrastado sólo por un morboso hecho que ha salpicado sus vidas recientemente. Puede salir bien la jugada si ese protagonista casual tiene la visión suficiente para aprovechar su circunstancia, pero, por lo general, terminan siendo unos juguetes rotos que, en el camino, transmiten a los jóvenes la sensación de que para alcanzar el triunfo no es necesario el trabajo, el esfuerzo, la preparación y mucho menos el talento.

Los chicos de Mujeres, hombres y viceversa saltan a otros realities de su cadena o hacen caja yéndose de bolos en discotecas como si fueran estrellas de la música, un concursantes de Adán y Eva parece que va a ser reclutado por otro reality como Very Important Person, la 'novia' de Monago se disputa el 17 puesto de presentadora de Hable con ellas y, ahora, La Pechotes da el salto a una cadena como Cuatro en un programa que no termina de despuntar y que tampoco lo hará con esta chica que el pasado sábado demostró estar bastante verde en un plató. Pero ahí está, fichada. Y ocupando páginas, como ésta. Una situación que sólo define el panorama en el que vivimos, con una televisión que lanza una vez más el mensaje equívoco de que para triunfar no hay que prepararse. Es la televisión que prima el golpe de efecto que crea juguetes de usar y tirar en lugar del talento con un mínimo fundamento. No, no todo va bien.

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