'Algo que celebrar' gana la batalla a 'Alatriste': debilidades y fortalezas de los dos estrenos de ficción

Las dos grandes cadenas han decidido enfrentar sus dos nuevos estrenos de ficción en este miércoles. Alatriste, en Telecinco. Algo que celebrar, en Antena 3. La historia del Capitán ha nacido herida de muerte con un pobre 13,4 por ciento de share y 2.487.000 fieles, mientras que la serie de Atresmedia ha arrancado correcta con un 18,1 por ciento de share y 3.307.000 espectadores. Dos series muy diferentes, con algún que otro punto en común. ¿Por qué no ha funcionado Alatriste? ¿Cuáles son las debilidades y fortalezas de cada una? Lo analizamos.

ALATRISTE

-DEBILIDADES

Se fueron hasta Budapest para rodar las aventuras del Capitán Alatriste. Allí ya había decorados de época montados, así que se trataba de ahorrar. Pero la apuesta visual de Alatriste llega tarde a nuestra televisión. La producción no crea un ambiente creíble: demasiado cartónpiedra y un resultado también acartonado, rancio. La historia se ha presentado con una lentitud y una densidad que animan al zapping en lugar de enganchar. Cuesta seguir lo que se cuenta, todo es impostado. Las novelas de Pérez Reverte son complejas de adaptar (tampoco la película estrenada en 2006 acertó), pero la serie quizá se debería haber centrado en una trama más lineal y focalizada, al menos en este primer episodio. No ocurrió así. Incluso hubo que recurrir a rótulos para presentar a los personajes. No quedaba otra para guiar un poco mejor al espectador.

-FORTALEZAS

Pocas. Las aventuras tiran en televisión si se saben dirigir inteligentemente, a medio camino entre la emoción y la comedia, como ha demostrado Águila roja. Alatriste carece de esa chispa pero reúne algunos clichés que pueden ayudar al buen funcionamiento televisivo: es muy luminosa (aunque en plano sólo estén alumbrados por una vela) y sus protagonistas entran por los ojos del espectador. Tampoco han tardado en enseñar pechos y piel por doquier. Aunque, probablemente, la audiencia española ya esté en otro punto: donde gusta ver, pero no con elementos tan exageradamente forzados y evidentes.

ALGO QUE CELEBRAR

-DEBILIDADES

Algo que celebrar puede parecer una mezcla de éxitos cinematográficos recientes, como Tres bodas de más y La gran familia española. Pero no, es un proyecto que viene de largo y ancho. Una inteligente producción con poderoso planteamiento que, sin embargo, cuenta con el problema de tener que enganchar a la audiencia de celebración a celebración, pues la historia se va contando sólo a través de eventos familiares, con sus elipsis temporales en medio. En este sentido, el primer episodio, también muy luminoso como mandan los cánones del share en la actualidad, quizá necesitaba más fuelle para interesarnos de cara a lo que viene, aunque se intentó definir la continuidad (con un poquito de calzador). También hubo más de un guiño a una gran serie familiar de no hace demasiado, Cinco hermanos (ese baño colectivo en la piscina al final del capítulo es idéntico al final de un episodio de la serie de Calista Flockhart), pero lo más preocupante es que, en otros momentos, había detalles que recordaban también a Familia, un fracaso de Telecinco de hace dos temporadas.

-FORTALEZAS

Algo que celebrar cuenta sus episodios a través de una familia que es un poco la de todos. Y eso es un gran fuerte, además de un plantel de actores de postín (inmenso Luis Varela). La audiencia se puede sentir reconocida en unas tramas que intentan ir más allá del tópico de la ficción española. Para empezar, el concepto de episodios temáticos, centrados en uno u otro personaje, es muy atractivo y original en nuestra ficción. España es un país de celebraciones y todos hemos vivido algún corrillo surrealista en una boda, como los que sufren los personajes de Algo que celebrar. Además, la serie se atreve a explorar en la vida de sus protagonistas con un humor inteligente que te saca sonrisas cuando menos te lo esperas. Un humor que, además, emociona. Aquí hay empatía y frescura, y estos dos ingredientes son esenciales para un éxito.

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