Una mancha de sangre en el pecho. Así han rendido homenaje Andreu Buenafuente y Berto Romero a las doce víctimas mortales, entre ellas 8 periodistas, del brutal atentado al semanario francés Charlie Hebdo.
Una mancha en el pecho a la que se ha sumado todo el equipo del programa y que es mucho más que una mancha, define, con una desoladora transparencia, el estado en el que se ha quedado la sociedad, manchada, ante tal matanza y todo lo que conlleva.
Buenafuente y Romero son unos cómicos de profesión que, como los periodistas asesinados a sangre fría ayer, siempre han sabido fusionar la esencia de la sátira y el periodismo. Por eso mismo, tal vez, en la puerta de la empresa de Buenafuente nunca puso 'productora', el cartelito siempre rezó 'humoristas'. Unos humoristas, comprometidos con su tiempo, que han puesto en valor su profesión. En la televisión, y fuera de la televisión.
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