OPINION

GHVIP arrasa: las 4 razones que lo convierten en el reality definitivo para Telecinco

esteban belen
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'Gran Hermano Vip' arrasó, de nuevo, este jueves con 29.3 por ciento de share y 3.996.000 espectadores. 'Cuéntame' baja un punto, quedándose en un 17.1 por ciento y 3.407.000 fieles.

1. Casi todos los planetas que constituyen el sistema solar de Telecinco convergen en Gran Hermano VIP, que en esta edición está resultando especialmente exitoso por su mezcla de ingredientes. Para empezar, el casting de concursantes cuenta con varios perfiles que son carne habitual de los shows más indiscretos de la cadena, como Belén Esteban, Paquirrín, Víctor Sandoval u Olvido Hormigos (ahora desde el plató). Ellos se complementan con personajes secundarios (Ylenia, Fede, Coman) ya resabiados de otros realities y que por tanto son expertos en echar leña al fuego.

2. Reality más corazón: el sueño del espectador de Telecinco. Escuchar a Paquirrín y Belén Esteban charlando distendidamente de sus vidas en el jardín es mucho más jugoso que una exclusiva en Hola o una entrevista en el Deluxe. En las charlas se cuela de todo: desde entresijos sobre la vida de Isabel Pantoja en prisión hasta una selección de mejores momentos de la relación de Esteban con Jesulín, pasando por la cantidad que le debe Rosa Benito a Hacienda (Belén susurró la cifra, como si los micrófonos no pudieran captar su voz susurrante). El programa se aprovecha, por supuesto, de tantos testimonios en primicia y en primera persona, y se extienden al resto de formatos de la cadena, que los reproducen y comentan.

3. Belén Esteban, la concursante estrella. La "princesa del pueblo" es una de las musas del canal y el aliciente principal de este GH Vip. En los últimos quince años, una parte importante de la audiencia ha visto evolucionar a Esteban casi como una más de la familia, identificándose (o no) con su historia de desamor, sus descensos a los infiernos y sus variadas resurrecciones. Una fama que la televisión, primero Antena 3 y luego Telecinco, ha ido moldeando a su medida. Ahora, veinticuatro horas metida en una casa con cámaras, su personaje tiene menos máscaras que nunca, para bien o para mal. Todas sus debilidades y puntos oscuros (como su escandaloso machismo o su mezquindad al alegrarse tanto de la expulsión de Hormigos) están en el punto de mira, porque ella es así, como se ve, incontrolable, influenciable, visceral. Y este terremoto engancha hasta a sus detractores. Probablemente, lo ideal para el programa sería que Belén resista hasta el final... y que gane.

4. Conflictos desde el primer minuto. Todo el tiempo, y todo muy magnificado. Como el desgarro de Víctor Sandoval recordando en el confesionario a su ex marido o a su perro muerto. Desde el primer momento, con la rivalidad entre Esteban y Hormigos, el programa entró al trapo con ritmo de vértigo. Enseguida se crearon las tramas secundarias, los recelos, las estrategias, las desconfianzas. En apenas tres semanas, las galas y los resúmenes han sabido montar el culebrón perfecto en el que no parece que vaya a haber tiempos muertos y que además da juego dentro y fuera de la casa, creando un fructífero filón de historias que seguirán vivas un buen tiempo en todos los programas de la cadena. Y esas historias generarán otras, y calentarán las redes sociales. Su público fiel seguirá muy enganchado, sin escapatoria.

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