1. Antena 3 ha celebrado esta semana sus 25 años de existencia. Ya no es sólo un canal, ha crecido hasta convertirse en un gran grupo de información y entretenimiento. La cadena ha sabido aprovechar este aniversario para hacer un ejercicio de nostalgia que ha impulsado su marca como gran factoría televisiva. Lo ha conseguido al crear un acontecimiento (incluso diseñando un logotipo especial para la ocasión, en forma de triple globo plateado, omnipresente en pantalla) y rescatar del archivo las grandes producciones que convirtieron a la cadena en puntera. Series, programas e informativos. La audiencia ha recordado el ADN de Antena 3 y ha roto con cualquier prejuicio de cadena 'aburrida'. Su historia, su pasado y presente, demuestra lo contrario.
2. El aniversario ha vuelto a evidenciar la importancia de contar con un elenco de presentadores con carisma y personalidad propia. La historia de Antena 3 ha sido una fructífera cantera de rostros. Un puñado de ellos estuvieron en la gala de aniversario del canal, emitida el viernes. Matías Prats recordó que es, además de buen presentador de informativos, todo un showman. Aunque en este evento destacó el instante en el que salió Mónica Naranjo para presentar a Isabel Gemio. La gala reprodujo, con atino, uno de aquellos arranques musicales de Sorpresa, sorpresa. Prohibitivos para algunos directivos de la televisión de hoy, a pesar del subidón de emoción que provocan en el espectador. Gemio sacó su carácter de presentadora, que fue tan clave para el colosal éxito del formato de sorpresas. También Naranjo evidenció su instinto del show cuando rebatió a la propia Isabel: -"En 25 años no estaremos igual de bien...-Yo sí", zanjó con ironía la propia Mónica Naranjo a una Gemio que se quedaba descolocada. Porque tanto en la televisión de ayer, como en la de hoy y la de mañana, el triunfo de un formato vendrá de la mano de comunicadores que lo hagan imprevisible y carismático, como la Gemio, como la Naranjo, como Aragón... Presentadores con temperamento, fuerza e instinto del espectáculo. Presentadores que no causen indiferencia.
3. Este viaje por el archivo de Antena 3 también nos deja, entre líneas, otra característica importante para el éxito de un show televisivo: la luminosidad. Todos los grandes programas de Antena 3 contaban con la claridad como nexo en común. Sorpresa, Sorpresa, El Juego de la Oca, Lo que necesitas es amor, los grandes magazines... e incluso los telemaratones se realizaban desde platós donde mandaba la luz, resplandor que multiplicaba así la percepción de amplitud. Ahora se puede jugar mejor con la iluminación de las escenografías sin ser tan evidentes, pero la luminosidad sigue siendo clave para el éxito. Hay que aprender de esa historia en la que los decorados no eran iguales. Aún no existían las Leds, que han propiciado una preocupante uniformidad de las escenografías televisivas actuales, una uniformidad que no entiende ni de género ni de programas. Sólo diluye la fuerza diferenciadora (y creativa) de los nuevos formatos.
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