OPINION

José Mota regresa con éxito y gana en espectadores a 'Sálvame'

JOSE MOTA A LO JORDI EVOLE
JOSE MOTA A LO JORDI EVOLE

Mota conquistó a la audiencia con sus parodias de Jordi Évole, Chicote o Pablo Iglesias.

Con éxito. Así regresó José Mota anoche al horario en el que triunfó durante años. El ex de Cruz y Raya recuperó su hueco en la noche de los viernes, donde rompía audiencias antaño, logrando ganar en espectadores al todopoderoso formato Sálvame Deluxe.

José Mota Presenta, que así se llama su nuevo programa, alcanzó un 16 por ciento de cuota y 3.036.000 fieles. Mientras que Sálvame se quedó en 2.550.000 seguidores. Eso sí, con un excelente 19 por ciento de share, ya que el programa se hace fuerte en el late night al contar con una extensa duración.

El nuevo show de Mota, como el alabado especial de Nochevieja, brilló. El actor ha sabido mantener su esencia, que valió audiencias millonarias, e incorporar los nuevos ritmos audiovisuales a sus programas. Rodeado de un excelente equipo de guion, este nuevo formato se presentó a la audiencia a través de un gag que enseñó las tripas televisivas: desvelando el plató, con los diferentes decorados, hasta dar paso a una colorida cabecera donde se prima el optimismo. Falta nos hace.

Pero el gran protagonismo de José Mota Presenta recae con acierto en las populares parodias televisivas. Tan reconocibles para el espectador. Empezó con Jordi Évole. Salvados tiene tirón y Mota lo aprovechó, en los primeros minutos del estreno, con una magistral imitación del periodista de La Sexta.

También clonó a Chicote, Gloria Serra o Pablo Iglesias en una dura entrevista con El Objetivillo de Ana Pastorcilla. Sin faltar las canciones delirantes y los característicos sketches de un Mota que incluso se ha atrevido a recuperar a Paco Martínez Soria.

Un buen espacio para TVE, que recupera el humor clásico pero adaptándolo a los engranajes de hoy. Lo consigue porque el público conecta con sus ocurrencias y no se conforma con una realización visual cutre. Al contrario, la puesta en escena también está a la altura, como si de una serie de ficción se tratara. También es inteligente la planificación de la escaleta, que ordena los contenidos para mantener el gancho del espectador con frescura y, al mismo tiempo, crea un programa compacto que no se queda en una sucesión de sketches independientes.

El otro valor del programa es que no mira para otro lado en su sátira de la actualidad política desde una cadena que no es fácil, en estos tiempos, tocar según que temas. Mota lo logra. Hasta se atreve con Rajoy. Sabe cómo hacerlo para que incluso se rían en Moncloa. Porque José Mota es gran cómico. De esos pocos que logran el más difícil todavía: seguir sorprendiendo con el paso de las décadas.

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