OPINION

TVE regula el uso de Twitter por parte de su plantilla: lo que supone esta decisión

PIRULI-30-AÑOS-TORRESPAÑA
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Las redes sociales han cambiado la forma de entender la comunicación. Su manejo va más allá del autobombo o spam de contenidos propios. Twitter, Facebook, Youtube e Instagram son herramientas que abren un abanico de posibilidades para divulgar, entretener e informar pero también para interactuar y compartir. Son, en definitiva, una ventana abierta a la innovación, que supone una conexión directa con tu público objetivo.

TVE había sido pionera, en España, en el manejo de las redes sociales. Los servicios interactivos de la cadena pública han ido a la vanguardia en estas plataformas. Hablando al espectador de tú a tú, con rigurosa cercanía e incluso atreviéndose a realizar guiños ácidos, cuando la ocasión lo requería. Pero la nueva dirección de la cadena pública apuesta, en estos momentos, por normas internas que ejercerán un control más férreo. No es tanto una decisión política, se trata más de desconocimiento de la esencia de las redes.

A partir de ahora, las cuentas oficiales de los programas deberán ser autorizadas por la Dirección de Comunicación y Relaciones Institucionales. El director de cada programa o canal, comunicará a la Dirección de Comunicación quién es el responsable de la gestión. Esto puede ser lógico, dentro de las normas de una cadena. Es bueno unificar identidad visual, pero sin anular la personalidad propia de cada programa o serie.

Aunque lo que supone un mayor retroceso, en lo que significan las redes sociales, es las limitaciones que se ponen a la hora de utilizar perfiles de usuario con la marca TVE (por ejemplo @+nombre de empleado+tve). Bajo el sello de Televisión Española, no se podrán compartir noticias que no sean extraídas de la web de TVE. En ningún formato: ni textos, ni fotos, ni audio, ni vídeo. Aunque sea informativamente relevante.

Los periodistas de RTVE sí que podrán narrar en sus cuentas detalles, curiosidades o anécdotas relacionadas con sus propias coberturas, así como cualquier circunstancia que habitualmente no se incluya de su trabajo en la emisión de los servicios informativos de RTVE.

¿Por qué resulta esta medida una involución? Las redes sociales son instrumentos participativos. Son claves para convertir a la gente en arte y parte del proyecto y su desarrollo. Son cruciales para que el público se identifique con la marca, también con las siglas de TVE. Sin embargo, estas nuevas reglas de juego para los trabajadores de una televisión pública sólo suponen una marcha atrás, pues cortan alas a la improvisación creativa, disminuyen posibilidad de interacción con otros usuarios (con retuiteos de artículos de blogs, fotos u otros contenidos) y anulan el valor de compartir informaciones de medios internacionales de trascendencia de forma ágil.

Como consecuencia, desincentivan el uso de las redes sociales a los periodistas de la cadena. Los profesionales más activos, por tanto, terminarán optando por desvincularse de la marca TVE. Lo que supone un varapalo para el futuro de una posible imagen vanguardista y próxima de TVE. Porque los perfiles profesionales propician más empatía que los institucionales.

Con este panorama, se denota que los responsables de la actual TVE ven las redes sólo como un canal de propaganda de enlaces de la web oficial más que como lo que realmente son: un conector de sensaciones, informaciones y emociones con mil y una posibilidades para ser creativos, divulgativos, útiles, autocríticos y transparentes. Un lugar vivo que nos une y que es clave para generar una marca potente, con una arrolladora personalidad, con la que el espectador se sienta identificado. Un punto de encuentro para compartir. Con responsabilidad y honestidad, pero sin cortapisas.

@borjateran

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