OPINION

Jesús Cintora cesado de 'Las Mañanas de Cuatro': cuando el éxito termina en despido

jesus cintora cesado Cuatro
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“La línea editorial de Mediaset España es coherente en toda su programación y tiene el claro objetivo de informar, que no de formar, a los espectadores a través de un pluralismo con el que dar voz a absolutamente todas las opiniones políticas y con unos presentadores que traten la información de manera objetiva. Ese compromiso con la audiencia nos hace responsable de acometer algunos cambios para la tertulia matinal de Cuatro, contando con Jesús Cintora para otros proyectos”. Con estas rotundas palabras, Mediaset España anunció ayer el cese de Jesús Cintora al frente de Las Mañanas de Cuatro.

En televisión, cuando un producto funciona no se suele tocar. Y Las Mañanas de Cuatro funcionaban. Mucho. Pero, también, se habían radicalizado. Un controvertido término que choca con la identidad de los informativos de un canal que, desde sus inicios, ha buscado la equidad.

Cintora ayer ya no presentó el programa. Javier Ruiz ha sido elegido sustituto. Curiosamente, en el instante que se hizo efectiva la fusión de Telecinco y Cuatro, los nuevos responsables del canal decidieron que Ruiz tampoco continuara como editor del informativo de mediodía. No conectaba con el nuevo rumbo de los espacios de noticias de la cadena. La historia se repite, en cierto sentido.

Pero ahora es el propio Javier Ruiz el profesional que coge el testigo de Las Mañanas. Tendrá un difícil hándicap: evitar que el formato pierda fuelle, pues Jesús Cintora consiguió propulsar la maltrecha audiencia de un programa que no destacaba con Marta Fernández. Entonces, el formato era una mesa de debate sosegada. Quizá demasiado sosegada. No funcionó.

Llegó Jesús Cintora y lo revolucionó. Otorgó ritmo al programa, sus presentaciones tomaban el pulso a la actualidad con gran pasión y, además, empezó a contar con colaboradores que hablaban un lenguaje de la calle rotundo. Con eso carisma se instalaron fijos en el programa rostros como Sor Lucía, Miguel Ángel Revilla y, por supuesto, Pablo Iglesias, que se transformó en muy habitual. Casi como co-presentador.

Las Mañanas Cuatro supieron canalizar la indignación social en un espectáculo matinal. De hecho, el programa terminó adelantando en audiencias al asentado Al Rojo Vivo de García Ferreras, otro exitoso espacio de tertulia y análisis, aunque, en este caso, con un perfil más periodístico.

En ese ascenso al cielo del share,  La Mañana de Cuatro se ha ido posicionando más que ideológicamente. Lo que, al parecer, ha supuesto discrepancias entre la cadena y el comunicador, de fuerte temperamento. El cese ha sido fulminante, sin capacidad de reacción para evitar cualquier tipo de despedida en directo. Aunque, eso sí, se le reubicará como tertuliano en otros espacios del grupo, previsiblemente en Un tiempo nuevo. Y es que, más que presentador, Cintora ya era un contertulio más.

@borjateran

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