OPINION

'Las Mañanas de Cuatro' pierden casi dos puntos de audiencia tras el cese de Jesús Cintora

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La audiencia media de abril ya ha dictado sentencia. El cese de Jesús Cintora de Las Mañanas de Cuatro se ha traducido en la fuga de 145.000 espectadores, lo que supone 1,7 puntos menos, y la pérdida de liderazgo frente a su rival directo, Al Rojo Vivo.

El formato de García Ferreras gana ocho décimas y alcanza su segundo mejor dato histórico de audiencia. De esta forma, el programa de La Sexta consigue un 12,1 por ciento de share y 690.000 espectadores, mientras que el matinal de Cuatro, ahora a cargo de Javier Ruiz, se queda en un 11,1 por ciento y 626.000 fieles.

No obstante, más allá de los datos, si analizamos el contexto: la criba de espectadores no ha sido tan grave. La tertulia de Mediaset aguanta el tipo: a pesar de que la polémica sustitución ha movilizado las redes sociales, el formato mantiene la base de público que construyó en la etapa de Cintora.

Con la llegada del periodista, Las Mañanas de Cuatro triplicaron su audiencia. Lo consiguieron al dotar al programa de un mayor ritmo, más pasión en las presentaciones y, además, logrando reunir a identificables colaboradores que utilizan un lenguaje de la calle rotundo.

Con ese carisma, se instalaron fijos en el programa rostros como Sor Lucía, Miguel Ángel Revilla y, por supuesto, Pablo Iglesias, que se transformó en muy habitual.

Las Mañanas Cuatro canalizaron la indignación social como si de un magnético espectáculo matinal se tratara, hasta superar en audiencias al asentado Al Rojo Vivo de García Ferreras, otro exitoso espacio de tertulia y análisis, aunque, en este caso, con un perfil más periodístico.

En ese ascenso al cielo del share, el espacio se fue posicionando más  ideológicamente. Lo que terminó con el cese del presentador, tras discrepancias con el tono que había adquirido el programa por parte de los responsables de la cadena y tras supuestas presiones del gobierno.

Un mes después, en abril, el programa mantiene parte de su espíritu crítico a través de la personalidad de Javier Ruiz y aguanta el envite de la guerra del share, pero los ceses de estas características siempre van unidos a una disminución evidente de audiencia. Aunque, en este caso, la debacle no ha sido tan radical.

Mayo será clave para analizar la tendencia real del efecto que está propiciando en el público fiel los cambios en Las Mañanas de Cuatro, después de la precipitada destitución de Cintora. De momento, sólo ha sido un mes de transición para un programa de largo recorrido que inauguró, en versión magazine, en 2006, Concha García Campoy.

@borjateran

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