OPINION

5 prejuicios sobre TVE que debemos derribar para tener una televisión pública mejor

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RTVE sufre la peor crisis de su historia. La pérdida de credibilidad en esta legislatura, especialmente en sus informativos, junto a una programación desestructurada y estancada en contenidos, ha propiciado un descrédito social sin precedentes que levanta, constantemente, suspicacias. Incluso, en ocasiones, da la sensación de que esas suspicacias se promueven desde las altas instancias para conseguir que la sociedad minusvalore el verdadero significado de una radio televisión pública. Pero RTVE mantiene intacto su sentido. Con una buena gestión, plural, honesta, creativa e innovadora, la cadena seguiría siendo clave para un país mejor. Pero para conseguir esa deseada televisión pública, los partidos políticos deben recuperar la independencia de la presidencia de la corporación, aunque también existe una responsabilidad que corresponde a los propios ciudadanos. En la mano de todos está demoler 5 prejuicios que se han promovido para derribar un dinamizador social tan poderoso como debería ser RTVE.

1. Siempre será manipulada por el partido en el poder.

FALSO. RTVE ha demostrado que podía abrazar la independencia, como otras cadenas públicas de países vecinos, donde los partidos políticos entienden que una emisora estatal es una herramienta clave para una mayor salud democrática. No es un corralito propagandísticos de los intereses de tu partido, como en dictaduras o estados en vías de desarrollo. En España, los años de dirección de los servicios informativos a cargo de Fran Llorente, fueron reconocidos por su pluralidad y compromiso con una sociedad de todos, sin trincheras.  Así lo dilucidaron diferentes organismos independientes e internacionales. Se puede. Es posible. El futuro de TVE sólo pasa por ahí.

Ahora, una cadena pública plural es crucial para digerir el constante flujo de información al que tiene acceso el espectador. Con informaciones que no se queden en la rueda de prensa oficiosa, y pongan el foco en el servicio público de fondo. No sólo en Telediarios, también en formatos de entretenimiento, donde TVE ha dejado, salvo honestas excepciones, ser un referente en la entrevista y el espectáculo que abre las puertas a la creatividad sin cortapisas. Porque, en el entretenimiento inteligente, también fue referente. De hecho, la existencia de TVE está plagada de programas que llamaron la atención fuera de nuestras fronteras, por su libertad cultural y creativa.

2. Es un gasto que cae en saco roto.

FALSO. RTVE no es un gasto, es una inversión. Es un motor crucial a la divulgación, a la información y, no menos importante, al entretenimiento. Como decía Jesús Hermida, la televisión es la poderosa ventana a la cultura, al mundo. Un país que, desde su televisión pública, cuenta con acceso a una programación diferente, es un país mejor. Una necesaria inversión, por tanto. Pero, sin embargo, cada vez se hace más hincapié en el gasto, como si fuera un despilfarro.

Incluso cuando se hacen públicos ajustados costes de programas, los medios de comunicación rápidamente titulan, indignados, como si fuera un dispendio. Saben que eso da pinchazos y visitas. No obstante, no contextualizan ni enfocan si, en realidad, es mucho o poco el gasto. Porque detrás de cualquier programa o ficción hay un equipo de personas con un sueldo. El nuevo concurso de Los Morancos, en las tardes de TVE, está siendo criticado por su presupuesto diario: 38.000 euros por edición. Cuando 38.000 euros es un presupuesto ínfimo para la televisión.

Porque detrás de cualquier programa o serie hay un equipo que también merece un trabajo digno. La televisión se crea con personas. Muchas personas. Sin grandes presupuestos, sin inversión, no se podrían haber hecho programas como el Un, dos tres... o, ahora mismo, la valorada El Ministerio del Tiempo. La BBC produce todo tipo de programas: desde series, pasando por juegos como el que conducirán Los Morancos, hasta shows como Mira quién baila. Los británicos lo disfrutan orgullosos. Y, encima, pagan un canon. Lo importante es la calidad del producto y su sostenibilidad. No se puede caer siempre en la trampa del presupuesto, primero hay que observar si es acorde con las circunstancias. O si no TVE ya no podrá invertir en ninguna gran producción, como ha venido realizando durante toda su historia. De Curro Jiménez a Cuéntame. De los shows de Martes y Trece a Teresa de Jesús. De Érase una vez la vida a El hombre y la Tierra.

3. Es un nido de funcionarios enchufados.

FALSO. La mayor parte de la plantilla de TVE han logrado el puesto gracias al fruto de su esfuerzo e incluso de oposición. De ahí que, por ejemplo, la corporación pública sea una de las mejores escuelas de realizadores. Dentro de Televisión Española están los mejores. El problema es cuando, desde los cargos políticos que dirigen la cadena, se crean 'redacciones paralela' con profesionales nombrados a dedo, no tanto por su talento profesional como por su apadrinamiento personal. Ese es un peligroso virus a erradicar, como también terminar con el prejuicio de nido de funcionarios. Porque la plantilla de TVE está compuesta por profesionales que son claves para el desarrollo de nuestra industria audiovisual. Su experiencia es fundamental para las nuevas generaciones

4. TVE no sirve para nada, para eso ya están las privadas.

FALSO. TVE ha pasado de ser la cadena más vista a pasar desapercibida en el mando a distancia en sólo 4 años. El descrédito se ha multiplicado en tiempo récord y sus contenidos parecen cada vez más invisibles. Peligroso, pues TVE es un complemento fundamental para las cadenas privadas. Sin ataduras a los audímetros y a los anunciantes, TVE debe explorar en contenidos alternativos que enriquezcan el periodismo, la ficción y la cultura.

En los 80, TVE llegó a tener casi 20 programas simultáneos de música. Cada uno tocaba un género. Ahora brillan por su ausencia. Lo mismo con los formatos dedicados a la entrevista carismática o los espacios abiertos a la experimentación con la creatividad que piensa en una amplia mayoría de audiencia. TVE debe marcar la diferencia con producciones con las que las cadenas privadas no siempre se atreven. Debe realizar una radiografía de su tiempo, permitiéndose analizar el pasado con instinto crítico e innovar (intentando adelantarse al futuro).

5. Es una televisión viejuna.

FALSO. Este prejuicio incluso es habitual, a veces, desde dentro de la propia TVE. Para hacer un magazine o una serie de tarde se prioriza pensar en un target envejecido, cuando el público potencial debe vivir en la diversidad y amplitud de miras. Porque Televisión Española no ha sido en la mayor parte de su historia una televisión viejuna, al contrario, ha sido un vivero de ideas en su máxima expresión. TVE ha ido por delante. De Verano Azul a La Bola de Cristal. De Cajón desastre a 3x4. De Historias para no dormir a Ahí te quiero ver con Rosa María Sardá. De El Quijote a Anillos de Oro. De RockoPop a Juego de Niños. La televisión que nos hizo querer tanto a la televisión. Creativa, apasionada y con ganas de crecer con responsabilidad e imaginación. Es más que posible. Es más, es necesario.

@borjateran

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