OPINION

La regeneración de TeleMadrid: 8 vías de acción para recuperar su audiencia (y credibilidad)

TELEMADRID REGENERACION
TELEMADRID REGENERACION

Érase una vez una cadena de televisión pública madrileña que lograba excelentes resultados en contenidos y audiencias. Los madrileños sentían muy suyo el canal y los bares sintonizaban su frecuencia durante todo el día. Esta historia no es un cuento, era una realidad.

Era TeleMadrid. Pero, con la llegada de Esperanza Aguirre a la Presidencia de la Comunidad, en 2003, esos muchos valores que reunía esta autonómica comenzaron a desvanecerse. Pasó de ser una televisión que estaba en la calle a una emisora centrada en la tertulia política nacional, con gurús que hablaban como si estuvieran en otros universos, tal vez paralelos. Como consecuencia, las audiencias se hundieron y la cadena se volvió en invisible. Hoy, en 2015, TeleMadrid sigue existiendo, pero su nefasta gestión la ha convertido en una TV residual.

Son tiempos de regeneración. También para las cadenas públicas. También para TeleMadrid, que debe recuperar su esencia de televisión social próxima a la ciudadanía. Debe volver a la calle. No será un camino fácil, tras años de contenidos desconectados de la realidad debido al control informativo de la mala gestión política. Será complicado, por tanto, recuperar la credibilidad perdida, más aún en tiempos de marabunta de canales de TDT y pago, pero no es un reto imposible. De hecho, no tiene competencia en su nicho de acción: la Comunidad de Madrid. Así que puede volver a ser una televisión sostenible y útil con la que el espectador se identifique en el día a día. Gobierne la lista más votada o gobiernen los pactos, la nueva gestión debe recaer en profesionales del medio que entiendan el futuro de la cadena.

Proponemos 8 vías de contenidos que debe desarrollar TeleMadrid para recuperar su razón de ser y volver a conectar con los madrileños:

1. La parrilla de TeleMadrid debe estar compuesta, en su mayoría, por programas en directo. Ahora existen espacios de estas características, pero están atados únicamente a la tertulia. La autonómica debe romper con los tertulianos de traje y corbata y convertir en protagonistas a los ciudadanos. De todos los ámbitos, de todas las clases, de todas las culturas. Ha de ser un faro de lo que sucede a la vuelta de la esquina. No sólo de información, también de creación.

2. TeleMadrid necesita abandonar platós alquilados en altas torres de altas cunas financieras (ahora sus magacín se realizan desde las Torres Kio) y salir a la calle. Los barrios de la capital y los pueblos de la comunidad autónoma deben convertirse en el plató. Así, los ciudadanos se sentirán partícipes de su propia televisión. Podrán verse reflejados en ella (de verdad) con sus preocupaciones e inquietudes, aprendiendo también de la cultura de sus lugares de origen.

3. TeleMadrid también debería recuperar las posibilidades de su edificio en la Ciudad de la Imagen, transformando sus estudios en epicentro creativo abierto a los ciudadanos. De esta forma, el gran hall de la sede de la autonómica se podría convertir en escenario para conciertos de grupos de la comunidad. De toda clase. De pequeños a grandes. También serviría como lugar en el que interpretar pequeños fragmentos de obras de teatro de la capital. Todo con público allí presente. Sería, en definitiva, un punto de encuentro que acercaría la tele pública a los ciudadanos al mismo tiempo que se crean contenidos que divulguen el talento emergente que existe y que los medios no suelen apoyar.

4. TeleMadrid ha de producir formatos de entrevistas y apostar por realizar, a través de ellos, una radiografía próxima de los agentes que están haciendo cosas interesantes por la comunidad. Más allá de los políticos. Más allá del publirreportaje, sumergiéndose en la verdadera participación ciudadana y dando voz a tantos desconocidos que llevan a cabo labores encomiables diariamente.

5. TeleMadrid necesita mantener y potenciar la estela pionera de programas como Madrileños por el mundo y Mi cámara y yo, que consiguieron ser tan innovadores en su momento y crear tanta escuela y tantas imitaciones. Ahora hay que seguir esa senda aprovechando las redes sociales y las emisiones online, y abriéndose a los jóvenes: con un toque cómplice, travieso y sin prejuicios a la hora de tratar movimientos o tribus urbanas.

6. TeleMadrid no ha de tener miedo a ser un poco gamberra. apostando también por programas de entretenimiento, como concursos o formatos que sirvan para reflejar la identidad propia de una comunidad autónoma en la que parece que todo se lee con perspectiva nacional. Esa riqueza de lo próximo siempre estuvo presente en una TeleMadrid que preguntaba "¿de Madrid, de dónde?", poniendo así la lupa en lo característico y enriquecedor de cada barrio.

7. TeleMadrid también puede salpicar la programación de imágenes en directo de puntos claves de la geografía de la comunidad. O grabar micropíldoras con gente narrando a cámara sus preocupaciones, a modo de tablón de anuncios donde el peatón pueda expresar lo que le plazca. Además de recuperar buena parte de la esencia de La Otra como el canal cultural que fue, como ventana a las tendencias de una ciudad que nunca se detiene.

8. Y, por supuesto, TeleMadrid debe refundacionar sus informativos, que ahora son referente de lo peor: malas prácticas, despido de profesionales válidos, creación de redacciones paralelas de afines al partido en el poder... Hay que recuperar a profesionales independientes, dejar de disfrazar a los presentadores de 'modernos', salir de la cocina de las anquilosadas notas de prensa y volver al periodismo de verdad, primando la información sin cortapisas, sin miedo a la honestidad plural. Hay que volver, en resumen, a estar al servicio de la sociedad. Parece lógico, así dicho, pero esto es justamente todo lo contrario de lo que ha estado haciendo TeleMadrid en los últimos años.

@borjateran

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