OPINION

Vis a Vis: los agujeros de guion de una serie consolidada

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Hoy se emite el octavo capítulo de Vis a Vis, titulado Pretty woman. Sugerente, sin duda. La producción de Globomedia para Antena 3 ha perdido algunos puntos de share en su traslado del lunes al jueves, en competencia frontal con Supervivientes, pero sus datos resultan más que elocuentes, es uno de los grandes éxitos de la temporada: sus seguidores son una millonaria legión. Esta noche, las presas de Cruz del Sur no se enfrentarán con el reality de Telecinco, sino contra un partido de fútbol amistoso entre España y Costa Rica. Veremos cuán airosas salen de la batalla, pero es evidente que la serie camina firme hacia su segunda temporada.

No es extraño. Es el justo reconocimiento a un producto inteligentemente concebido y que llega para hacer que nuestra ficción dé un paso adelante en riesgo y valentía. Vis a vis pone la mirada en la televisión estadounidense pero filtrándola a través de nuestra inevitable idiosincrasia en lo que a la creación de personajes se refiere.

Y además su factura visual es impecable (con la atmósfera lumínica tan cuidada del director de fotografía Migue Amoedo) y su reparto brilla en cada secuencia, sin fisuras. La revelación de Maggie Civantos (Macarena) es palpable, pero ojo a Inma Cuevas (esa Anabel que a ratos da más miedo que Zulema), Berta Vázquez (será una estrella), Alba Flores (la última muestra del poderío del clan Flores), María Isabel Díaz Lago (la protectora cubana Sole), Marta Aledo (entrañable la yonqui Tere), Laura Baena (impagable su gitana Antonia) o Dunia Rodríguez (la frágil sirvienta Cásper). Nadie desentona. Excepcional, como siempre, el trabajo de casting de Luis San Narciso y su equipo.

Pero es que, por encima de todo, Vis a Vis engancha desde el minuto uno. Porque su ritmo es frenético. Porque los guiones no tienen miedo a que pasen cosas. Muchas cosas. Todo el tiempo. La trama de los nueve millones de euros que robó y escondió la asesinada Yolanda avanza en cada capítulo de forma vertiginosa y hacia derroteros imprevisibles, muy locos. Tanto que los guiones cuentan con giros cada vez más demenciales. Y al espectador se le queda cara de "¿en serio?".

Aquí van unos cuantos interrogantes que surgen, sin ir más lejos, viendo los últimos episodios. Son los agujeros (negros) que surgen. Con ración de spoilers, claro:

-¿Por qué El Egipcio nos parece tan poco amenazante en realidad? Si es tan temible y peligroso, ¿por qué dejó escapar tan fácilmente al hermano de Macarena tras secuestrarle?

-¿Por que Macarena no evitó contarle a Zulema lo que El Egipcio le dijo en el bosque para no acrecentar el conflicto con ella? Si es que parece que la rubia tiene ganas de jaleo...

-¿Por qué las cámaras de esa cárcel captan sólo lo que conviene en cada momento?

-¿Por qué el padre de Macarena es adivino cuando se trata de adelantarse a los planes del Egipcio?

-¿Por qué Macarena ha tardado tres capítulos en percatarse de lo que para el espectador fue lógico al instante: que su hijo es la prueba que necesita para empezar a demostrar su inocencia? Si es que no está a lo que está...

-En resumen, ¿por qué entendemos cada vez menos el comportamiento desbocado y metepatas de la protagonista, Macarena?

Esto es quizás lo más arriesgado e interesante del devenir de Vis a Vis, que el modo de actuar de su protagonista, que en principio era nuestro hilo conductor cómplice en la trama y en esa cárcel, resulta cada vez más complicado de entender, menos empático. Vamos, que cae cada día un poco peor, está aprendiendo a manipular a los demás a su antojo (ahora se lía con Fabio, ahora busca consuelo en Rizos) y la mayor parte del tiempo parece una antipática quinceañera hormonando. Puede que esto se vuelva lo más atractivo y valiente de la producción: comprobar la caída de Macarena en el lado más oscuro de la vida en prisión e intentar entenderla.

Una prisión en la que, por cierto, las presas hacen y deshacen y los funcionarios son tomados por el pito del sereno. No se lo cree nadie, pero da igual. Todo funciona, es fascinante de ver y, sobre todo, entretenidísimo. Y por eso no podemos apartar la mirada. Objetivo cumplido. No se vayan todavía, Vis a vis sólo acaba de empezar.

@borjateran

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