Hay diferentes formas de entender la televisión. E incluso hay diferentes formas de no entender la televisión del tiempo que nos toca vivir. Eso ha sucedido esta mañana en el Canal 24 Horas de TVE, que ha llegado tarde a la constitución de los ayuntamientos. De hecho, ha realizado una emisión basada en conexiones estáticas y vídeos con imágenes de archivo.
Pero un Canal 24 Horas de noticias debe ser referencia del análisis en directo. No a través de tertulianos, simplemente a través del periodismo. Y de ese tipo de periodismo TVE cuenta con una excelente redacción, con unos grandes profesionales y equipos técnicos, que esta mañana la actual dirección de la cadena pública ha desaprovechado.
TVE no ha movido prácticamente la estructura del Canal 24 Horas como demandaba el interés noticioso de esta mañana. Es más, en momentos claves la cadena estaba emitiendo piezas de programas atemporales, como ZoomNet sobre las redes sociales e Internet.
Ha sido la antítesis de lo que significa una canal de información continua en directo: en lenguaje audiovisual y en capacidad de reacción de mostrar el conjunto de alcaldías.
El gran grupo de comunicación público ha sido adelantado por medios más pequeños en una era en donde, además, las tecnologías permiten transmitir los acontecimientos informativos en tiempo real, en directo, para realizar un análisis mientras se desarrolla la información.
En ese sentido, TVE no debe atarse a contertulios, pero sí a la divulgación y el enfoque del periodismo de base. Y ese compromiso con su audiencia no se ha traducido a través de un Canal 24 Horas que ha mantenido una escaleta con informaciones de ayer, como piezas sobre el consejo de ministro de este viernes, por ejemplo, emitiéndose cuando se estaba cambiando el panorama político municipal.
Sólo ha destacado la emisión íntegra del discurso de investidura de Manuela Carmena en el Ayuntamiento de Madrid. Ahí se realizó un buen trabajo. Pero han faltado otras ciudades claves y no se ha logrado contagiar la fuerza de la emisión del directo, ni se ha apostado por retransmitir las reacciones sociales en los diversos epicentros de la actualidad. Faltó eso. Porque no ha sido hasta el mediodía cuando se ha realizado una ronda por todos los centros territoriales de la emisora.
Fue una emisión estática, sin prácticamente imágenes de la jornada (en la mayoría de los centros territoriales sólo se veía al periodista desde la redacción, sin ver a los alcaldes tomar posesión), que no casa con las capacidades televisivas del tiempo que vivimos. Lo que supone continuar con una inmerecida merma de credibilidad del equipo de los servicios informativos de la cadena pública que un país democrático como España no se puede permitir, ni por parte de unos ni por parte de otros.
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