OPINION

La estrategia de TVE para este verano: cómo subir la audiencia (y no morir en el intento)

insuperables tve jurado
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Sin publicidad, Televisión Española cuenta con un as en la manga: no tiene la obligación de bajar la inversión de producción en verano, como hacen los canales privados para ajustar presupuestos a tono con la merma de consumo televisivo y, por consiguiente, ingresos publicitarios.

TVE no depende de los anunciantes y el estío, por tanto, es la gran oportunidad de los programadores de La 1 para dar luz verde a nuevos formatos con los que intentar subir el share de una cadena pública en plena caída de audiencias hasta mínimos históricos.

Este mismo lunes, empieza el desembarco de una nueva programación. Será con Insuperables, un nuevo talent show que viene de la mano de la productora Gestmusic. Carolina Cerezuela presenta este formato que cuenta con Santiago Segura, Pitingo y Ana Milán como miembros del jurado.

Nueva vuelta de tuerca al género del concurso de cazatalentos, desde un plató espectacular, en el que se incorporan pantallas leds en la grada para facilitar la participación del público, con voz y voto.

Y es que Insuperables llega para involucrar a los espectadores. No será fácil, porque la audiencia está resabiada de este tipo de programas con artistas que quieren demostrar sus talentos imposibles. Lo hemos visto todo en los últimos años. Malabaristas, cantantes, abuelas bailarinas, magos, perros hipnotizadores... Aunque este programa cuenta con un poderoso elemento: los jueces, que prometen ser arte y parte del show más allá de estar sentados en una silla. Del instinto catódico de los tres miembros del jurado y de los invitados de cada edición (que ejercerán de padrinos de los participantes) dependerá en gran medida el éxito del programa que, de momento, aporta aire fresco a la parrilla.

No es el único estreno. El martes también aterriza Cocineros al Volante, que intentará heredar los buenos datos de MasterChef. Producido por el mismo equipo, Shine Iberia, y presentado por Paula Prendes, una caravana de ocho ‘food trucks’ (algo así como una furgoneta con cocina incorporada) recorrerá la península "para mostrar la excelencia y diversidad de nuestra gastronomía, nuestros productos y sus productores", según una nota del gabinete de comunicación de la cadena.

Cada furgoneta, que el programa españolizará con el nombre de 'cocineta', contará con un equipo formado por dos cocineros. Entre ellos, participará el ganador de MasterChef, Carlos, junto a su padre. Su fichaje es un cierto para arrastrar público del exitoso gastro show, que concluyó la semana pasada.

Los ganadores serán aquellos que reinventen, con su talento, platos tradicionales y conquisten a los clientes que se acerquen al 'food trucks'. Porque el programa fusiona la competición culinaria con la capacidad de gestionar un negocio. Y es que los participantes de Cocineros al volante deberán buscar clientes en aquellas comunidades autónomas por las que pasa la comitiva de 'cocinetas'. Además de conquistar su paladar, claro.

Una buena idea de formato televisivo que, además, servirá para sacar la marca de TVE a la calle. Para hacer sentir a los espectadores más partícipes de su televisión pública, fundamental en la reconquista de espectadores.

Aunque con sacar caravanas a la calle no será suficiente para recuperar la confianza de la audiencia en el resto de franjas horarias de TVE. El público se ha deshabituado a sintonizar Televisión Española por la pérdida de credibilidad de sus informativos. La mala gestión del actual gobierno ha sido clave en la debacle de audiencia, con una programación que se ha quedado prácticamente estancada, funcionando por inercia.

TVE ha pasado de ser ejemplo de cadena pública europea a ver como se desmembra su estructura en tiempo récord, quedándose sin platós y sin la capacidad para propiciar importantes sinergias con los medios y equipos que dispone. La dispersión de sedes, en estudios de TV alquilados, además del gasto extra que eso supone, torpedea el importante sentimiento de implicación en un proyecto compartido por todos y cada uno de los trabajadores de la empresa. Y eso se acaba notando en una parrilla deslavazada.

Esa escisión de la cadena pública es una de las claves del frustrante momento que sufre TVE. La otra, la independencia de los Telediarios. Sin pluralidad y credibilidad, al público siempre le costará regresar para quedarse. Para recuperar a los espectadores perdidos y seducir a las nuevas generaciones sólo existe un atajo: la libertad de arriesgar, de verdad, por la esencia de la televisión pública que no tiene miedo a salirse del guion preestablecido. Una TVE honesta, divulgativa, creativa, participativa, cómplice e incluso algo transgresora, donde habrá producciones externas, como siempre, pero en la que el papel crucial del cambio estará en la capacidad de producción propia desde dentro, desde la ilusión ahora encerrada en algún baúl de madera en el corazón de Prado del Rey.

@borjateran

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