OPINION

'Olmos y Robles' triunfa en audiencias: debilidades y fortalezas del estreno de TVE

olmos y robles
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Olmos y Robles es una buena idea. Como Los Hombres de Paco. Como El Comisario. Como Los Misterios de Laura. Y ha triunfado en audiencias en su estreno con un 19,5 por ciento de share, derrumbando a Cámbiame Premium, que ya mostró síntoma de debilidad en su estreno. Pero, ¿aguantará el tirón Olmos y Robles con otra competencia más fuerte?

Protagonizada por dos guardia civiles contrapuestos, interpretados por Pepe Viyuela y Rubén Cortada, el paleto y el sofisticado, Olmos y Robles intenta sumergir al espectador en un viaje entre e humor, el suspense y la acción. La premisa es interesante, cuenta con una fotografía atractiva y el resultado consigue un producto ligero, fácil de seguir sin más pretensiones que evadirte en una comedia intrigante. Hasta ahí correcto.

Aunque la semana que viene puede desinflarse, pues en el primer episodio ha sido difícil zambullirse en la trama, pues no presenta bien a los personajes y hay que realizar esfuerzos extras para conectar con la historia, a pesar de contar con un envoltorio de localizaciones reales, que son el aliciente de la producción. Y es que Olmos y Robles está rodada en La Rioja, región que apuesta por la ficción para impulsar su turismo.

Pero TVE debe hacer el equilibrio entre el publi-reportaje turístico de La Rioja y narrar una historia digna (de una televisión de hoy). Porque Olmos y Robles tiene potencial, pero sólo se queda en tramas impostadas de telecomedia noventera. No te las crees, desaprovechando un casting de actores talentosos y fomentando una ortopédica sobreactuación en ellos, sin aprovechar su capacidad interpretativa. Por no hablar de la vocalización de Rubén Cortada, al que no se le acaba de entender todo lo que dice y es engullido por la brillantez actoral de Viyuela.

Porque Olmos y Robles cuenta con interesantes mimbres, pero las piezas del puzle no encajan bien. Todo lo contrario que  El Chiringuito de Pepe, de la misma productora. Tal vez porque el rodaje se ha gestado demasiado rápido. De ahí que sea casi imposible que la serie no sufra comparaciones odiosas. Y es que ver su primer episodio provoca un sentimiento que jamás debe producir un estreno: que eches de menos otra ficción.

Sintonizar Olmos y Robles es añorar a Los Misterios de Laura, que jugaba con astucia y carácter con la imaginación del espectador. Por eso mismo, ha sido exportada a tantos países del planeta e incluso a Estados Unidos (con éxito).

Pero, en cambio, siempre fue maltratada en programación hasta ser cancelada. Ahora, TVE vuelve al mismo género con otro collar. No obstante, los guiones de Olmos y Robles no sorprenden como la misma intensidad que logró la carismática Laura Lebrel. Incluso los diálogos evidencian, en demasiadas ocasiones, un intento forzado de spot institucional de La Rioja y de la Guardia Civil. Y eso chirría. Mucho. En términos televisivos, estas 'odas' se quedan en caricatura de nuestra ficción nacional.

Porque, en su primer episodio, más que una historia rotunda de prime time de La 1, parecía una superproducción perfecta para triunfar en el canal infantil Clan. Sólo faltaba una aparición estelar de José Mota, al poder ser caracterizado de la abuela del visillo, para coronar este sketche de una hora y once minutos llamado Robles y Olmos. Porque los sketches rurales, a medio camino entre Crónicas de un pueblo y CSI, triunfan. Más de lo que creemos.

@borjateran

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