OPINION

Telecinco cancela 'Anclados': el prematuro fin de un éxito con complejo de inferioridad

anclados telecinco
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"No tiene más recorrido argumental". Es la razón que ha sonado para justificar la cancelación sorpresa de Anclados. Un hecho nada habitual en nuestra televisión: un éxito cancelado, cuando ya se había su segunda temporada. Pero Telecinco y Globomedia, productora de la ficción, han decidido frenar el proyecto y desmontar esta telecomedia en formato crucero.

A pesar de que la producción congenió con un amplio sector de público. Anclados no fue un éxito espectacular, pero sí que se estabilizó cerca de la triunfadora barrera psicológica del 20 por ciento de cuota (con una media de 18,9). Sin embargo, no volverá. Sorpresa rotunda. No sólo para el público, también para varios actores que habían rechazado otros proyectos por la confirmada continuidad de Anclados. Y no.

La cancelación de un éxito no es habitual en una cadena de televisión privada como Telecinco. No obstante, la ficción nacional ha dado un salto de imagen importante en estos años y con Anclados ha existido un cierto complejo de inferioridad, pues no se ha entendido que era una sitcom. Un género que no tiene miedo al decorado de cartón-piedra.

En ese viaje al artificio de la comedia, Anclados ha sabido jugar sus cartas como prime time de entretenimiento evasivo. Construyendo una oda al chiste malo, con unos actores -como Miren Ibarguren, Rosy de Palma y Joaquín Reyes- perfectos para dar vida cualquier delirio por muy surrealista que sea. Al igual que sucede con La que se avecina, Anclados lograba ser un cómic en tiempos de postureo, donde es mejor decir que ves series que, en realidad, no ves.

Y ahí radicaba la inteligencia de Anclados: en la comedia de situación sin complejos. Su regreso hubiera seguido cosechando buenos datos porque, a diferencia de series como B&B -que ha sufrido la desconexión del público por el largo parón entre temporada y temporada-, los guiones de Anclados son más fáciles de enganchar a nuevos espectador al contar con tramas capitulares en las que da igual no ver todos los episodios. Pero este factor no ha sido suficiente: la cadena y la productora han estimado que la fórmula estaba ya agotada. El crucero no daba más de sí. Y se han puesto manos a la obra para diseñar otra comedia, materia en la que en Globomedia son maestros.

La ficción está cambiando. A mejor, dicen. Telecinco tiene en el horno otras series más cercanas a la línea visual de El Príncipe, como Sé quién eres. Aunque tampoco hay que abandonar el género de la sitcom que conecta a la perfección con el público fiel de la cadena principal de Mediaset. Pero que hagan una sin barco, que lo del crucero sin mar era muy triste. La próxima, si acaso, en Benidorm.

@borjateran

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