OPINION

Risto Mejide tiene la culpa: la televisión ya no infravalora (casi) a youtubers e influencers

influencers con risto
influencers con risto

Son los nuevos referentes culturales. Youtubers, Instagramers, blogueros. Sus grabaciones, fotos o textos pueden alcanzar cifras de audiencia millonarias (incluso con datos mayores a series de éxito o encuentros de fútbol), suman miles (o hasta millones) de seguidores en las redes sociales e influencian a targets específicos de consumidores con mayor fuerza que la publicidad tradicional en televisión.

Sin embargo, en muchas ocasiones, los medios tradicionales han infravalorado y hasta menospreciado a este nuevo perfil de personajes populares, convirtiéndolos en una especie de fenómeno invisible.

Está claro que algunos de estos youtubers, instagramers, blogueros o viners  son simples ‘parlanchines’, maestros del arte del postureo. Pero hay un consolidado grupo de estos jóvenes que han convertido este nuevo oficio en su próspera profesión. Viven de ello, obtienen ingresos mensuales muy por encima de un sueldo medio en nuestro país e influyen a miles de personas, lo que se traduce en acuerdos con marcas que aprovechan su capacidad de movilizar para hacer llegar sus productos a perfiles de públicos específicos.

No sólo están aquellos que se han convertido en referencias a la hora de divulgar un ámbito (videojuegos, belleza, moda...), ya sea de forma didáctica o cómica. También están aquellos otros que se han hecho sus propios guionistas y crean historias, microhistorias y situaciones brillantes.

Todo un sector que observar y en el que indagar, que no parará de adquirir poder en el futuro. De ahí que las propias compañías de televisión inviertan en plataformas que imitan a YouTube, pero que no son YouTube. Como Atresmedia, que acaba de estrenar un invento llamado Flooxer.

Han nacido unos nuevos referentes culturales, influencers los llaman algunos, y hay que observarlos con capacidad de análisis y con el valor que merece. Porque no deja de ser una evolución democrática de los géneros de entretenimiento televisivo, al alcance de cualquiera con ideas y una cámara. De hecho, sólo basta una webcam o un móvil.

Aunque aún los medios más conservadores subestimen en cierta medida su trabajo, quedándose en muchas ocasiones en el chascarrillo o lo anecdótico. Tal vez por esnobismo o por recelo hacia el hecho de que estos chicos y chicas puedan tener hasta más poder de persuasión que ellos a el instante de difundir un mensaje.

Risto Mejide ha sido pionero en dar cabida en su programa, Al rincón, a estos nuevos profesionales oriundos del universo viral. Un arriesgado acierto, en tiempos en los que los directivos televisivos huyen de aquellos personajes que no están (aún) en el imaginario de sus audiencias multitarget. Error, pues uno de los fuertes de la tele también es descubrir e incluso descolocar.

Con Mejide ya estuvo ElRubius, AuronPlay y, esta semana, Wismichu, Dulceida, Alexby11 y Lovely. ¿Quiénes son? Forman parte de un movimiento autodidacta que es una verdadera revolución de los lenguajes de los medios de comunicación, su éxito no ha sido inventado por los asesores de ninguna gran network norteamericana. Su triunfo está en la reinvención de la comunicación sin intermediarios. La era de la interacción.

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@borjateran

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