OPINION

María gana los 12.000 euros de la final de 'MasterChef Junior 3'

masterchef finalistas
masterchef finalistas

Por primera vez, en una Noche de Reyes la televisión no ha invitado a los niños a irse pronto a la cama: tocaba final de MasterChef Junior. Y el ganador llegó a eso de la 1:16 de la madrugada, cuando María se alzaba con los 12.000 euros de premio, un curso de cocina en el Basque Culinary Center y, por supuesto, el trofeo del programa.

Un programa que, en esta temporada escolar, ha revalidado el título de talent show gastronómico con más energía televisiva, pues ha transmitido el sabor de la mejor cocción de un formato de entretenimiento: emoción, tensión y humor comprimidos en un prime time de los martes que contagia verdad y no artificio, donde tampoco falta una necesaria (y crucial para conquistar la complicidad del espectador) dosis de travesuras que hacen todo más llevadero.

Porque el MasterChef Junior de TVE no sólo presenta una competición culinaria entre pequeños con una asombrosa prematura habilidad para la cocina, también demuestra un esmerado trabajo técnico (realización, montaje, sonido) y creativo (guion, dirección, músicas), que dibuja a la perfección la esencia catódica de cada personaje protagonista, tanto concursantes como apariciones estelares. Un talent con las ideas claras a la hora de narrar una transparente historia que no da tregua al espectador.

Y así ha sido esta final con apoteosis de confeti final, obligado para crear la percepción de gran final de fiesta. Ahora habrá que ver qué depara la nueva temporada de adultos que está a la vuelta de la esquina y que debe romper con los roles prestablecidos hasta ahora en las cocinas de MasterChef para que el interés del espectador ,que ya se las sabe todas del formato, no decaiga. Los niños se lo han puesto difícil, ya que han sabido reírse de sus errores y hasta de los propios miembros de un jurado que ya está resabiado en esto del show business.

> Los 13 ingredientes de la receta del éxito de MasterChef

MasterChef Junior, un formato que además ha creado un pasión infantil por la cocina sin precedentes. En cierto sentido, los niños ya no sólo quieren ser futbolistas, astronautas o bomberos. También cocineros. Incluso el programa ha creado campamentos culinarios, que llenan sus plazas. Es la fuerza de la televisión que ha convertido la cocina en un espectáculo de prime time. Con mayores, y pequeños mayores.

@borjateran

Y ADEMÁS…

Lo que nos enseñó la tele en 2015

La otra regeneración: 7 factores que agitarán la televisión en 2016

4 anomalías de la TV en España que hemos terminado interiorizando como normales

8 peculiaridades de los decorados televisivos cuando aún no hay pantallas de Led

5 razones por las que no podríamos hacer ‘Juego de Tronos’ en España

Mostrar comentarios