OPINION

La sesión de investidura gana a Sálvame (y no sólo en audiencias)

pablo iglesias amor
pablo iglesias amor

Se terminaron las épocas en las que las sesiones de investidura del Congreso de los Diputados pasaban desapercibidas en la segunda cadena de Televisión Española. Los nuevos tiempos han ampliado el interés por la cámara baja, más aún ante la inestabilidad de un hemiciclo que ha vivido su primera investidura fallida de la historia.

A pesar del hastío de la audiencia y de la previsibilidad de la última votación perdida de Sánchez este viernes, las diferentes retransmisiones de la sesión han sumado más audiencia que el infalible show de tarde de Telecinco, Sálvame Naranja.

Mientras que el programa de Paz Padilla ha conseguido un excelente 17.2 por ciento de cuota y 1.864.000 espectadores, liderando su franja por cadena, TVE ha subido el promedio de sus tardes con un especial informativo que ha alcanzado un buen 12,3 por ciento y 1.318.000 fieles, mientras que La Sexta también ha aupado la media de share del espacio Más vale tarde conectando con el Congreso y alcanzando un 10 por ciento de cuota de pantalla y 1.062.000 fieles.

Por tanto, las dos principales ofertas que emitieron el grueso de la sesión han alcanzado (si sumamos los datos) un promedio de 2.380.000 de espectadores y un 22,3 por ciento de share, sin contar otros programas especiales de menor duración o en canales más minoritarios, que también han emitido la votación. Como resultado, se puede analizar, que a diferencia de antaño, la fuerza indiscutible de Sálvame se ha quedado por detrás de los parlamentos del Congreso. No podía ser de otra manera.

Hasta ahora parecía imposible que un tedioso debate de investidura cosechara tanto interés. El momento de cambio que vivimos, con la cámara más plural, es clave, pero también la transformación de los lenguajes dentro del Congreso: más efectistas televisivamente hablando, más del show bussines de la tertulia de prime time. Paradójicamente, por momentos, hasta más parecida a Sálvame.

Incluso Pablo Iglesias aprovechó su turno para centrar el foco de atención mediático con guiños a programas de televisión y flechazos en el Congreso. Y, claro, el realizador de la sesión 'pinchó' planos de reacción del 'enamorado' aludido como acostumbra el buen instinto televisivo. Es lo que tocaba.

Pero ahora es el momento de la seriedad, está en juego el futuro de un país y el hemiciclo no debe ser un lugar de espectáculos de variedades. No procede, por más que se emita por televisión. Esto no es Sálvame. Esto no son los Goya. Esto no es Al Salir de Clase. Esto no es El Club de la Comedia. Esto no es un Noche de Fiesta donde estar graciosos para salir en los zappins. Y estos días, más de uno de nuestros representantes electos se ha olvidado de los ciudadanos para centrarse en sus descomunales egos.

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@borjateran

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