OPINION

Lo que se debe aprender de 'Salvados' en las facultades de Periodismo

SALVADOS JORDI EVOLE
SALVADOS JORDI EVOLE

Salvados es un formato televisivo que debe estudiarse en la facultades de comunicación porque ha recuperado en el prime time cimientos del periodismo.

1. Que no te marquen la agenda

Durante años, la televisión se quedó atascada en la información de agencia, nota de prensa o comunicado de gabinete. El guion lo marcaba la actualidad y determinados trabajos de investigación desde la prensa escrita. Todas las cadenas narraban lo mismo, y casi de la misma forma. Pero el periodista debe ser un buscador de historias. Salvados ha puesto en la palestra temas olvidados. Por ejemplo, el metro de Valencia o, este mismo domingo, los trabajadores esclavos del franquismo. El periodista debe marcar la agenda. No que se la marquen fuerzas centripedas.

2. Cuenta una historia con mirada propia

La búsqueda de la objetividad no está reñida con la personalidad, que es vital a la hora de explicar cualquier circunstancia. Aunque se intuya tu ideología, lo esencial es que el espectador observe como realizas constantemente el ejercicio hacia el periodismo neutro en su máxima expresión. Sin exclusiones, sin pretenciosidades, pero con un sello personal que enfoca e ilumina los temas con una textura especial. Jordi Évole tiene esa mirada propia e inquieta fundamental. No es un busto parlante perfecto, su imperfecto caracter transmite un vigor editorial y guía al espectador a través de una empatía didáctica. Hace fácil de entender lo más complicado.

3. Busca a todos los protagonistas. Y si no quieren hablar, explícalo

En ese ejercicio de encontrar la pluralidad, es fundamental dar voz a todos los protagonistas de un suceso o acontecimiento. No siempre se puede, no siempre quieren participar. Salvados ha sobreimpresionado los nombres de aquellos que no han querido contestar preguntas. Porque, en temas de calado social, en el periodismo es tan importante quién da explicaciones como conocer quién no las quiere dar.

4. El envoltorio no es conveniente: es crucial

Ya sea en prensa, radio o televisión, el envoltorio de cualquier historia no debe ser baladí. En la frenética realidad que vivimos, las prisas por ser los primeros a la hora de lanzar las noticias y los reportajes propician (además de que no siempre se contraste como se debe las informaciones) que se descuide el envoltorio de cada narración. Y eso es un grave problema. Uno de los grandes pilares del éxito y prestigio de Salvados es su mimada forma de narrar cada programa a través de un esfuerzo visual extra. La fotografía y realización no es menor en el género informativo. Se dice que Salvados aprovecha técnicas de las series (cabeceras tematizadas, músicas, iluminación especial, localizaciones reales con una belleza especial...), pero en realidad sólo aprovecha las posibilidades de la televisión en su máxima expresión. La imagen debe estar integrada en la narración, no como acostumbraban los informativos de locutar noticias como si fueran para radio y luego, sobre ellas, pegar imágenes que más o menos coincidieran con lo que se estaba hablando. En un prime time, aprovechar los engranajes de la televisión a favor del periodismo es primordial.

5. Las redes sociales son tu aliado, pero no tu fuente

Jordi Évole ha captado y aprovechado, con intuición, la esencia de las redes sociales: para hacer a los espectadores más partícipes de sus programas, para dar a conocer sus contenidos, para anunciar sus hashtag temáticos y sobre todo para abrir debate, interactuando con los usuarios. Porque las redes ya son transcendentales en el trabajo del periodista como una nueva vía para la comunicación, no para la información. Porque en las redes sociales los titulares vuelan, las especulaciones crecen. El periodista debe digerir ese caos, no convertir Twitter en fidedigna fuente. Twitter sólo es una nueva ventana transmedia para enriquecer los contenidos.

6. La audiencia es importante, pero no lo más importante. El servicio público debe prevalecer siempre en el periodismo

En el periodismo es capital saber mantener el equilibrio entre los temas que propulsan las cuotas de pantalla y aquellos contenidos que, a primera vista, puede parecer que interesan menos pero que, al mismo tiempo, son un servicio público necesario y obligado. De esta forma, Salvados ha dado voz a las personas con discapacidad (uno de los programas con menor cuota del formato) o ha tratado temas más locales que también son de gran calado. Como la edición “Jánovas, el pantano fantasma”, que puso en la palestra la historia de resistencia de un pueblo frente al abuso de poder de las eléctricas y los gobiernos. Porque las historias narradas por la gente en primera persona son tan relevantes como las que examinan a populares mandatarios.

7. No pidas (siempre) permiso

La autocensura es uno de los peores maltratos que sufre el periodismo. También la falta de riesgo, el temor a salirse del guion y la preocupación por el qué dirán los accionistas y anunciantes de tu empresa. Pero el periodismo también consiste en no pedir permiso, en tirar del hilo para aprender, encontrar respuesta a preguntas, insistir con cierta cabezonería y crecer desde la honestidad crítica que está por encima de intereses particulares o de empresa. Lo constructivo por encima de lo mercenario. Salvados ha tratado temas tabú en un prime time. Ha tocado marcas intocables como Inditex o las eléctricas.

8. Aprende a guionizar

No existe una buena noticia o un buen reportaje (en prensa, radio o televisión) sin un buen guion. Salvados cuenta con un guion bien dibujado para conseguir una estructura armónica, que va suministrando la información con una claridad de ideas, sensaciones y contextos (verbales y no verbales) que convierte en más fácil y también en más emocionante la experiencia de ver y entender el programa. Es tan significativo el principio del programa, como la última imagen, decisiva, normalmente con una declaración final rotunda y conclusiva de uno de los protagonistas de la edición. Casi siempre acabando en un primer plano que deja al espectador pensando. Porque en el periodismo de hoy, en prensa, radio o televisión, es esencial definir y cultivar los finales para que el receptor se quede hasta lo último. Aunque no lo parezca en los ritmos trepidantes que respiramos.

9. Sal a la calle. Observa, siente. Cuida el contacto con la calle desde la calle

La realidad cocinada en las altas esferas ha centrado la atención de los grandes medios de comunicación, especialmente de la televisión, durante largo tiempo. Las cadenas han terminado haciendo una radiografía superficial de su tiempo. Titulares que no van al fondo, casos que no se sigue su rastro, noticias de usar y tirar. Salvados realiza un retrato de la sociedad de largo recorrido, que servirá de fondo documental de la historia de nuestro país. Y además lo hace apostando por la mirada de protagonistas anónimos, tomando el pulso a su sociedad, con sus palabras, gestos y silencios. Salvados ha recuperado el periodismo televisivo desde la calle, pero no sólo desde la calle: de la mano de la gente de la calle.

@borjateran

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