OPINION

Los chistes prohibidos de Wyoming: cuando el humor huye del tópico

El-Intermedio wyoming
El-Intermedio wyoming

Lanzar dardos sobre Bertín Osborne, la edad de Iñigo Errejón, la eterna juventud de Jordi Hurtado... Son gags recurrentes de programas de entretenimiento que se han agotado por exceso de repetición. Aún así, se siguen usando y reusando en nuestras cadenas, una y otra vez.

Porque en la televisión existe una burbuja de chistes que vive por encima de sus posibilidades, gracietas a las que se recurre como método infalible para encontrar la carcajada y la complicidad en el espectador.

Sin embargo, estos gags de Osborne, Errejón o Hurtado, y otros tantos, ya están quemados. Por exceso. Todo tiene un límite, también en el humor. Y eso lo saben los guionistas del equipo de El Intermedio de El Gran Wyoming, que realizan un trabajo de cirujanos con la actualidad diaria.

Cada día escriben 50 páginas de guion lúcido y divertido, un texto que, al mismo tiempo, intenta no caer en ese humor fácil del que se abusa a diario. Hay que superarse. Nada de recurrir una vez más a la metedura de pata de Remedios Cervantes (¡azúcar!) en Ahora Caigo ni repetir  (demasiado) chistes de Falete.

Es difícil esquivar ese humor tan recurrente que sabes que funciona pero que, sin embargo, se ha quemado por sobreexposición. Incluso los usuarios de las redes sociales lo imitan, porque ya saben que se aseguran un retuiteo sin devanarse los sesos. De ahí los trending topics espontáneos que surgen, por ejemplo, bajo el nombre de Jordi Hurtado. Pero ahí está la virtud y mérito del buen guionista: medir la fecha de caducidad de determinados sarcasmos, porque también en el humor cada gracieta tiene su tiempo.

Porque la brillantez está en encontrar ese "algo" más que hace que un gag o un chiste sea único y memorable. Incluso cuando se trata de algo recurrente y se consigue darle una vuelta de tuerca, que no cae en la repetición hasta cuando se repite (ayer, sin ir más lejos, en El Intermedio dieron la vuelta al tópico de Andy y Lucas cuando soltaron algo así como que "El PP de Valencia y Madrid son el Andy y Lucas de la corrupción. No se sabe quién es el más gordo"). Hay que tirar de iconos de la actualidad, pero también ser capaces de crear iconos nuevos o gags que reinventen el humor y marquen tendencia entre nuestras carcajadas (como los que crea "Querido Antonio" para el programa de Wyoming).

Y eso es lo difícil y lo complicado: lograr que el público se ría por primera vez con algo que nunca antes le habían contado de esa forma. Pocos programas españoles lo consiguen. El Intermedio es uno de ellos.

@borjateran

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