OPINION

'La que se avecina' arrasa: el éxito de una serie valiente

LA QUE SE AVECINA
LA QUE SE AVECINA

La que se avecina ha regresado anoche a Telecinco y ha arrasado, revalidando su título como la serie más vista.  Un colosal 27.2 por ciento de share y 4.996.000 espectadores han visto la telecomedia, liderando diez puntos por encima de la asentada Allí Abajo (17.8% y 3.332.000), ensombreciendo el estreno de Pekin Express (8.7% y 1.583.000) y haciendo marcar mínimo a El Caso (9% y 1.841.000). Si bien, estos dos últimos formatos cuentan con un público fiel, que es complementario al de los vecinos de Mirador de Montepinar.

Se ha analizado mucho el éxito de La que se avecina: el surrealismo sin límite de sus tramas, las histriónicas interpretaciones de sus actores, el reparto coral en el que van y vienen otros actores dando aire a las historias (y, de paso, creando expectación)... Pero uno de los fundamentos principales de su millonaria acogida está en que es una serie valiente.

Valiente porque sus guiones se atreven a romper con el guion de lo políticamente correcto y realizar una radiografía tan identificable como perversa del patio de vecinos nacional. Desde la corruptelas de la política hasta las miserias de la picaresca social en busca de la felicidad. Incluso abordando la diversidad de género. Como sucede con el personaje de Alba Recio, que se ha convertido en personaje fijo con una brillante interpretación del actor Víctor Palmero.

Un personaje transexual en una serie como La que se avecina podría venir cargado de estereotipos evidentes y manidos. Pero no, la telecomedia va más allá y, desde su habitual tono trepidante y con bofetadas de humor negro, muestra un universo que, en este caso, normaliza e integra. Sin coartarse por miedo a las susceptibilidades del público o colectivos, sin perder su esencia de cómic 2.0.

Porque no tendrá decorados realistas, pero La que se avecina cuenta con el valor más fuerte para una telecomedia: un casting de actores que otorga una textura especial a unos guiones osados, que se han ganado con los años una libertad creativa para realizar un retrato desternillantemente despiadado de esta España nuestra.

@borjateran

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