Hospital Central, Urgencias, Anatomía de Grey... La lista de ficciones que cuentan la vida en un hospital es extensa. Y luego está Centro Médico, que triunfa a su manera (6-7% de share) en las tardes de Televisión Española e incluso ha conseguido renovar por nuevos capítulos antes que otras producciones de mayor reputación.
Se trata de una ficción que adapta un formato sueco y pretende reproducir casos médicos reales de forma"realista" y divulgativa con tono documental (esto se hace con cámaras que se tambalean constantemente o "husmean" entre las puertas). Aunque, por momentos, no se sabe si la ficción es un drama o una comedia del absurdo. Porque el producto roza lo amateur.
Actores planos y poco creíbles (probablemente no dirigidos), decorados mustios, musiquilla de película de tres de la madrugada, puertas de hospital que supuestamente se abren de forma automática y que, sin embargo, se ve a una chica de producción empujándolaS, sin demasiado disimulo, mientras que está tirada en el suelo (esto ha pasado, tal cual, atentos al siguiente vídeo)... Todo vale en Centro Médico.
#centroMédico un saludo a la que abre "automáticamente" la puerta pic.twitter.com/Ns3CjdW0UM
— Rsoviet™ (@RSoviet) 28 de marzo de 2016
Y eso es lo que chirría, porque la factura de la producción no es propia de la calidad que debe desprender una serie de estas características y a estas alturas de nuestra televisión. Pero Centro Médico ha logrado sus adeptos. ¿Por sus casos un poco rocambolescos? ¿Por sus dramatizaciones sobreactuadas? ¿Por su textura de culebrón de los noventa? ¿Porque el público ve en ella una perfecta comedia evasiva? A veces, se echan de menos hasta unas risas enlatadas.
Es evidente que Centro Médico es una serie con poco presupuesto, pero esto no justifica la desgana que irradia. Graban, como mínimo, dos capítulos al día, permiten repetir muy pocas tomas de cada plano a los actores, y el ritmo es de churrería. Y, claro, así salen los churros. Por suerte, lo positivo es que, además de divulgar e intentar poner remedio a problemas de salud, esta ficción se está convirtiendo en una oportunidad y una escuela para muchos intérpretes novatos, casi sin experiencia en la tele. Sólo hace falta echar un vistazo a YouTube para comprobar que muchos de ellos no tardan en colgar su capítulo, a modo de videobook. Aunque tampoco sabemos si este trabajo les deja demasiado bien parados...
Pero esto es lo de menos para Zebra, productora de Centro Médico, que ya prepara una buena tanda de nuevos capítulos. Y quizás la audiencia siga compensando, porque es tan cutre todo que es adictivo. Si empiezas a ver un episodio, te quedas pegado, anonadado, perplejo y hasta aprendiendo lo que significa el síndrome de los pantalones ajustados.
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