OPINION

La entrevista de Jordi Évole a Arnaldo Otegi: lo que se nos olvidó del periodismo

otegui salvados
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Jordi Évole ha entrevistado al líder de la izquierda abertzale, Arnaldo Otegi, pocas semanas después de su salida de prisión. Ha sido la primera entrevista que éste concede a una televisión de ámbito nacional, tras la publicada por The New York Times días antes de su puesta en libertad y la emitida por la autonómica vasca EITB hace más de un mes.

Un programa más de Salvados que, en cambio, ha generado una extraña polémica. Incluso antes de emitirse la propia entrevista. Una entrevista que se ha introducido con un recorrido sonoro por los diferentes enfoques que realizaron los medios de comunicación el día de la salida de prisión de Otegi. De la SER a la COPE.

Un repaso plural que ha dado paso a una entrevista casi desnuda, que no ha necesitado mucho más que un plano y un contra plano, en la que Évole ha enfrentado a Otegi a pasajes de la historia de ETA como el atentado de Hipercor y el secuestro y posterior asesinato de Miguel Ángel Blanco. Además, el programa también ha aportado los profundos testimonios de las hijas de Fernando Buesa y José Luis López de Lacalle (introduciendo la pantalla partida, para ver la reacción -o no reacción- de Otegi, porque en la buena forma de entender la televisión de Salvados es tan importante la comunicación verbal, como la comunicación no verbal).

Pero, entonces, ¿no se puede entrevistar a Otegi? ¿por qué? El periodismo no es silenciar aquello que nos violenta. Al contrario, el periodismo es trazar un retrato lo más completo y complejo posible de la realidad. La buena, la próspera, la trágica y perversa realidad.

Sin embargo, ha existido una cierta tendencia de algunos sectores en confundir la esencia del periodismo con una especie de omisión tutelada de determinados temas. Pero eso no es el periodismo. Porque el periodismo no es tutelar la información. El periodismo es ir al fondo y contextualizar hechos. El periodismo es no dejar preguntas en el tintero para que el espectador, que es inteligente, extraiga sus propias conclusiones.

Y por ese sendero ha ido Salvados este domingo con una entrevista lógica en el ADN periodístico y necesaria, además, para completar la radiografía sigilosa que está realizando este programa de nuestro tiempo y que servirá de valioso fondo documental para las próximas generaciones. Y en esta labor, hay que retratar todo, para no olvidar nada y seguir prosperando.

Salvados tendrá ediciones mejores o peores, pero lo que está claro es que el equipo del formato de La Sexta, con Évole a la cabeza, hace su trabajo: retrata a una sociedad, radiografía sus realidades, con sus grandezas y miserias, y pregunta a los protagonistas de esas realidades.

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@borjateran

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