Got Talent España ha cerrado su primera edición en Telecinco sin sorpresas. La cantante favorita se ha llevado los 25.000 euros y el coche de premio. Cristina Ramos se ha alzado como el mejor talento de un formato de éxito internacional, que triunfa por su sencillez. También en su versión española, una adaptación que llegó competitiva en audiencias pero que, sin embargo, ha ido sufriendo un cierto desgaste de audiencias (a falta de saber el dato de esta noche), a pesar de que las galas en directo siempre conllevan una mayor expectación.
La fórmula se ha adaptado muy bien pero han faltado elementos que asombren con más constancia al espectador y fidelicen semana a semana, pues el problema que tiene este show es que, tras ver la primera audición, los concursantes van perdiendo su factor sorpresa.
Han faltado giros dramáticos. Seguramente aún no era el momento. Nada que ver con la veteranía del formato en Inglaterra, donde han llegado a un extremo de "preparar" de más los números y las reacciones (un cantante que se convierte en stripper, unos abuelos que bailan mal y finalmente lo hacen bien). Ese es el reto que tiene Got Talent España en la segunda edición: inventar más allá de lo obvio que se presenta a cualquier casting.
Porque la audiencia está resabiada de programas de este género y en nuestro país no hemos dado tiempo a surgir una nueva cantera de artistas con actuaciones de impacto para llenar con un interés extra el estirado prime time nacional que nos toca sufrir por las artimañas de las cadenas, con galas que son el más difícil todavía por su extensa duración (la final se ha hecho eterna). Y esa es la debilidad de este Got Talent, que ha sido paliada con una inteligente estrategia a la hora de planificar los contenidos de forma atractiva en cada gala y escoger un jurado de primeros espadas, con rostros muy emblemáticos e identificables para la audiencia de Telecinco, como Jorge Javier Vázquez o Jesús Vázquez.
Porque el éxito de Got Talent España va estrechamente unido al éxito de Telecinco. Es un programa que va a tono con el lenguaje que habla la cadena y se ha encajado como un guante a su parrilla. En otra frecuencia este Got Talent habría pinchado en audiencias, en Telecinco ha sido un triunfo que se ha ganado una segunda temporada. Porque, en televisión, tan importante como el contenido es conectar con el público afín al continente.
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