OPINION

'Levántate All Stars': lo mejor y lo peor (a nivel televisivo) del nuevo show de Telecinco

levantate all stars jesus vazquez
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Levántate ha regresado a Telecinco, su pantalla amiga. El programa de duetos ha vuelto en versión VIP, con parejas de famosos con vínculo personal. Un reestreno que ha liderado en la noche del sábado, pero con un dato menos potente del esperado: 16.1 por ciento de share y 2.344.000 espectadores. ¿Qué ha pasado? Aunque el formato cuenta con algunos personajes con arrolladora personalidad que nunca antes habían cantado en estos quehaceres del prime time (como el padre de Melodi), por momentos da la sensación de que ya habíamos visto este programa antes.

Porque Levántate cuenta con una estructura muy habitual y un casting muy habitual. Ex concursantes de La Voz, ex concursantes de Tu cara me suena, ex concursantes de todo. Y demasiado enfocado al estereotipo del sur con la selección de temas. Vicky Martín Berrocal, Melodi, Anabel Pantoja y Manuel Cortés, Azúcar Moreno...  No se equilibra la propuesta musical. También falta puesta de escena, nivel en las producciones musicales y tramas de continuidad, pues el show necesita un guion que otorgue unidad a las actuaciones estancas más allá del vídeo cebo emocional. O, llegados a este punto, el espectador no diferencia entre talents y se aburre.

No obstante, la productora del formato, La Competencia, demuestra que realiza buena televisión. Han sabido conjugar un mix de elementos (corazón, música, targets...) muy bien pensados para atrapar al público de Telecinco. Con la aparición de la abuela del concursante de turno, que eso siempre sube el share, o el morbo añadido de fichar como participante al ex representante de Belén Esteban, Toño Sanchís (que no canta nada y eso puede producir un efecto negativo y derrumbar la cuota de pantalla -pues molesta a los oídos-).

Excelentes los vídeos de presentación de cada dúo, acertado mantener a todos los concursantes en plató a medida que van saliendo (como en Tu cara me suena) y, además, inteligente la apuesta de romper con el manoseado modelo del jurado para incorporar a una pareja sentimental enfrentada. Ellos son Alaska y Mario, que hacen el papelón de estar peleados entre sí. Y es que cada uno apadrino los dos equipos que conforman los propios concursantes y ahí ha estado el conflicto del estreno mientras formaban las dos agrupaciones. Así se logra un plus de tensión (y diversión) en el espectáculo.

Alaska y Mario son una apuesta asegurada, expertos en platós, juegan sin miedo a jugar en escena. Lo malo: están tan resabiados de los trucos de la tele que se les ve demasiado artificiales en determinados momentos. De hecho, esa es una debilidad del programa. Porque a todos los participantes se les nota demasiado que están trabajando para que "funcione" un formato de TV y se echa de menos sentir más espontaneidad, que se divierten, que se dejan llevar, que lo están disfrutando.

En definitiva, Levántate tiene punto de vista, es un buen formato, pero falta rematarlo. Para desprender más personalidad imprevisible, para que no parezca que todo lo hemos visto ya antes, para que no se quede en un karaoke.

@borjateran

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