OPINION

6 presentadoras que merecen un programa propio (y los directivos de las cadenas no se han percatado)

carlos lozano telecinco
carlos lozano telecinco

Estaban por encima de cualquier guion, aportaban mirada genuina y derrochaban ese carisma que es un ingrediente crucial para el éxito en televisión. Sin embargo, los programadores de nuestra pequeña pantalla no han sabido aprovechar su talento para enriquecer sus formatos. Son seis presentadoras imprescindibles en la historia de nuestra televisión que deberían contar actualmente con programa propio por su personalidad propia.

Miriam Díaz-Aroca

El inteligente programa infantil-juvenil-gamberro Cajón desastre nos descubrió a una presentadora que rompía con los clichés de las presentadoras infantiles. Su arrollador sello personal impregnaba el guion de una luz especial. No tenía miedo a jugar en plató y derrochaba intuición ante la cámara, sin que pareciera costarle esfuerzo. Lograba hacer fácil lo difícil con su particular y telegénico estilo que no se parecía al de nadie. Por eso mismo, Chicho Ibáñez Serrador le echó rápidamente el ojo para su Un, dos, tres. Porque Miriam no era ni es una más, se sale de los cánones prestablecidos. Y eso mismo es lo que debería buscar constantemente la mejor televisión.

Llum Barrera

Es todoterreno. Actriz, presentadora y, en definitiva, showoman. Llum Barrera alcanzó la popularidad como Pepito Grillo de un programa que llegó para sustituir en verano a El Informal. Se llamaba Nada Personal. Tanto fue el éxito que, cuando regresó el informativo satírico, Telecinco lo intentó reubicar en otro horario, donde corrió peor suerte. Barrera no sólo cuenta con un instinto rápido de reflejos para la comedia, también tiene una perspectiva muy lúcida de lo que significa la televisión. Llum sabe escuchar, sabe enriquecer el guion y cuenta con el olfato para entender en directo lo que demanda el espectador en cada momento. Lo que funciona y lo que no. En España no tenemos a Ellen DeGeneres, ni falta que nos hace, porque tenemos a Llum Barrera.

Ana García Siñeriz

"Nos gusta Ana García Siñeriz porque es una presentadora poco convencional", afirmó una mandamás de Cuatro cuando la cadena anunció el magazine de tarde Channel Nº4. Razón no le faltaba. De hecho, ese es el fuerte de García Siñeriz: sus imperfecciones daban una perfecta credibilidad a determinados programas. Su pasión en las retransmisiones de los Oscars de Canal Plus o su sección en Lo + plus convirtieron a esta periodista en uno de los rostros más recordados de la tele de pago. Pero su carácter podría aportar mucho hoy en día en programas en género, ya sea de moda, cine o cualquier tipo de magazine.

Adriana Abenia

Una de nuestras jóvenes presentadoras más prometedoras y con mucho por aportar. A nivel nacional, la conocimos realizando conexiones en directo en Sálvame. En el programa de Telecinco, siempre salía más que airosa de cualquier envite de Jorge Javier Vázquez. De hecho, era muy divertido comprobar como Vázquez le lanzaba retos diarios que ella había exprimir hasta sus últimas consecuencias con una sana y chispeante visión televisiva. Incluso riéndose de sí misma. Cuando se planta delante de una cámara, Adriana Abenia aporta un factor nuevo y único.  Los directivos de las cadenas le deberían proponer nuevos desafíos porque su talento aún no ha contado con la gran oportunidad que merece.

Carmen Alcayde

Despierta. Es un buen adjetivo que resume la capacidad de Carmen Alcayde para llenar la pantalla: siempre tiene una frase, una salida de tono o un gag en la manga. Es perfecta para Telecinco. Lo demostró en Aquí hay tomate, donde fue creciendo en instinto, versatilidad y presencia de la mano de Jorge Javier Vázquez. Ahora, no se entiende que la cadena principal de Mediaset sólo cuente con ella como una colaboradora más en debates de reality, pues Alcayde está en su mejor momento para enriquecer en mayor medida grandes programas de la emisora.

Carolina Ferre

En tiempos en los que abundan los presentadores que parecen parte del decorado, Carolina Ferre personifica a la presentadora que no tiene miedo a jugar, decir las cosas claras y reírse mucho de sí misma. Sin temer la autocrítica. Memorables fueron sus ironías cuando ya estaba a punto de llegar Ana Rosa Quintana a las mañanas de Telecinco y por tanto se terminaba su periodo provisional  (con grandes datos de audiencia) al frente del programa matinal. O cuando, en A tu lado, dijo aquello de que el programa se le hacía largo a ella misma como presentadora. Así es Carolina Ferre: pura y auténtica espontaneidad, pura televisión.

Porque los mejores presentadores son los que trabajan desde su naturalidad honesta y no desde la solvencia previsible y correcta. En la tele de 2016, se echa de menos a estas presentadoras más imperfectas pero sin duda empáticas, reconocibles, verdaderas. Con ellas en directo, todo es posible.

@borjateran

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