OPINION

El nuevo jurado de 'La Voz' a examen, ¿acierto o decepción?

MELENDI-LA-VOZ
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Alejandro Sanz, Malú, Melendi y Manuel Carrasco, ya son los coaches oficiales de la cuarta edición de La Voz. Cae Antonio Orozco, se marcha Laura Pausini y se queda fuera Mónica Naranjo, que estaba en las quinielas como aspirante a las sillas giratorias.

Tres chicos y una chica, Malú, que es la más veterana del lugar. Pero este nuevo elenco de coaches no ha convencido demasiado en las redes sociales, que entienden que esta elección no aporta mucha variedad de estilos musicales entre los diferentes componentes del jurado.

Telecinco ha decidido tirar de rostros que encajan dentro de la identidad de la emisora principal de Mediaset y que conectan con los gustos cañís del público más fiel de la cadena. Importa menos que se desequilibre una de las principales esencias del formato original de The Voice: la existencia de esa mezcolanza de estilos musicales, que sirven para enriquecer el aprendizaje de concursantes e incluso de los propios coaches durante la evolución del talent.

En España, sin embargo, se opta por el espectáculo del sentimiento por encima de la música. Y en eso este jurado lleva mucho ganado, ya que tanto Manuel Carrasco como Alejandro Sanz manejan muy bien el humor emocional en el plató, tan importante para la televisión en España. Después, Melendi supone el regreso del hijo pródigo, que eso siempre es un plus de expectación. Y Malú sirve de nexo de unión entre todas las ediciones, nexo que, además, cuenta con una ruidosa legión de fans.

Con esta decisión, Telecinco y la productora Boomerang demuestran ser conservadores ante esta nueva entrega de su talent show estrella. Pero La Voz 4 puede incurrir en el error de OT3, donde los elementos que siempre funcionaron empezaron a mostrar síntomas de desgaste.  De hecho, Operación Triunfo no volvió a brillar hasta su renovación con el cambio de cadena. Un casting sorprendente de nuevos cantantes puede paliar esta sensación de déjà vu, aunque ese también será un reto importante para el equipo de las audiciones. Cuesta imaginar que se puedan encontrar otras 100 voces asombrosas ante la variedad de ventanas que se han abierto de programas del mismo género en la televisión en España.

La versión más exitosa de The Voice (la americana) ha tenido clara la estrategia de formar diferentes grupos de coaches que se van alternando para propiciar menos cansancio en la audiencia (el lugar de Christina Aguilera ha sido ocupado por Shakira y Gwen Stefani en diversas ediciones). Y para que no decaiga el share, en la próxima edición se añade la polémica viral de Miley Cyrus y la clase de Alicia Keys junto a la veteranía del cantante de Maroon 5 (Adam Levine) y el cantante country (Blake Shelton, pieza clave por ser un cantante country, el flamenquito en versión yanki). Nada que ver con las pretensiones españolas.

En este sentido, la entrada del aire fresco en la versión de Telecinco estuvo con el fichaje de Sanz y Laura Pausini. Fueron el golpe de efecto que necesitaba La Voz España en la pasada temporada para pulverizar la cuota de pantalla. Lo consiguieron. Este año todo parece más previsible, pero en esto de las sillas giratorias nunca se sabe. Habrá que verlo.

> Las 5 cualidades para ser un jurado de un talent show español

@borjateran

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