OPINION

Pablo Iglesias no lidera ni en Telecinco ni en Antena 3: las consecuencias de la sobreexposición televisiva

pablo iglesias griso
pablo iglesias griso

Ni en Antena 3. Ni en Telecinco. El particular duelo de Pablo Iglesias en dos programas de cadenas rivales, en emisión no simultánea pero en la misma noche, se ha saldado con un dato que pone en evidencia la cierta saturación televisiva del Secretario General de Podemos en formatos de entretenimiento. Ninguna de las dos propuestas ha logrado liderar la noche.

26-J Quiero gobernar, la tertulia de niños capitaneada por Ana Rosa Quintana, ha cosechado un 12.1 por ciento de share y 2.200.000 espectadores. Sin embargo, el formato con críos no ha podido con El Hormiguero de Pablo Motos de Antena 3 con 14.1 por ciento de cuota y 2.578.000 fieles.

Después, en el tramo televisivo posterior, se han tornado los papeles: ha subido la audiencia de Telecinco y el encuentro de Pablo Iglesias con Susanna Griso se ha quedado en un 10.9 por ciento de share y 1.946.000 espectadores. Por detrás de Supervivientes (18.8 por ciento de cuota y 2.368.000 seguidores) y la serie El Caso de La 1 (11.5 por ciento y 2.124.000).

Tras el anuncio de la entrevista de Iglesias en Telecinco, Antena 3 decidió cambiar el invitado previsto en el programa 2 días y una noche de Susanna Griso. Retrasaron Pedro Sánchez y adelantaron Pablo Iglesias, con un supuesto tirón mayor en lo que se refiere a las audiencias. Aunque la situación ha cambiado.

El poder mediático del líder de Podemos se ha traducido en una sobreexposición mediática que es muy rentable a nivel político, pero que también se traduce en un cierto desgaste en determinados escenarios de los intereses televisivos. De hecho, el encuentro de ayer con Susanna Griso parecía ya visto antes. Los lugares comunes se repiten, la preguntas y argumentos también. 2 días y 1 noche parecía un bucle de temas ya tratados y, en esta ocasión, con un tono de intensidad que aleja al espectador. Con los niños de Ana Rosa fue diferente, más chispeante, más ingenuo. Pero, de nuevo, los lugares comunes se repetían, las preguntas y argumentos también en una franja muy complicada, con duros competidores. Y esta campaña electoral se empieza a hacer demasiado larga para el espectador. Un espectador que quiere más periodismo y menos docushow.

@borjateran

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