OPINION

Los ganadores televisivos de la noche electoral

PUPAS
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LA SEXTA ha vuelto a liderar las audiencias de la noche electoral (14.9% y 2.134.000). Se ha convertido en el canal referencia de la actualidad política, pero también es el que ha logrado realizar, de nuevo, la emisión más emocionante de la jornada. Una emisión que toma el pulso a los datos a través de dos espacios claramente diferenciados: el análisis de periodistas y expertos en el plató de Al Rojo Vivo y la explicación de representantes políticos con Ana Pastor, desde un estudio más amplio del habitual, lo que traslada al espectador la percepción del compromiso del canal con este tipo de citas decisivas. Así, este decorado, ha contado con una gran mesa con forma del logotipo de La Sexta (impulsando así la imagen de la marca de la emisora como referente), dos grandes pantallas para ilustrar datos y un efecto visual que convertía toda la escenografía en el Congreso de los Diputados.

Aunque el gran acierto de La Sexta vuelve a estar en la forma de narrar las noticias: directa, cómplice y rápida. Son serios, pero no van de dignos. No cortan alas a la mirada propia. Al contrario, fluye. Los guiños al espectador (y Ferreras) de Cristina Pardo es el ejemplo más redondo. Es tan importante lo que cuenta, como la forma en que lo cuenta. También la cadena acierta con la manera de presentar el escrutinio en directo, organizando los partidos en la parte izquierda del televisor e inventando su propio aparato, de nombre "pactómetro", para explicar de forma más fácil las posibilidades del escenario político que dejan los votos.

Si bien, uno de los grandes aciertos de la fórmula de La Sexta está en que, como también han realizado anoche otros canales (como Antena 3 o Cuatro), no se quedan solo en la tradicional emisión de los discursos de los diferentes líderes de los partidos tras los resultados e introduce el plano de reacción de sus simpatizantes mientras escuchan a sus candidatos desde sus diferentes lugares de concentración. Enriqueciendo la información que recibe el espectador. Así la audiencia pudo ver las caras de felicidad en la sede del PP o de tristeza de los seguidores de Podemos en la Plaza del Reina Sofía.

Sin olvidar la importancia de las músicas que aderezan el fondo del especial y empaquetan con un matiz más épico la retransmisión, generando una emoción extra en el público.

A nivel televisivo, el otro ganador de la noche estuvo en TELEVISIÓN ESPAÑOLA (10.3% y 1.609.000 en La 1). La cadena pública ha recuperado una estructura con cierto parecido a la de La Sexta. Por un lado, la plaza del Congreso de los Diputados cobija el debate con los representantes de los partidos, mientras que en el plató del Telediario está la mesa de los tertulianos-periodistas. Pero el estudio del TD es demasiado pequeño y no está diseñado para albergar tanta gente, lo que contagia cierta claustrofobia en el espectador. El blanco nuclear de su fondo y del grafismo tampoco ayuda. Falta movimiento y profundidad en la imagen (también en los rótulos y la multipantalla).

El gran acierto de TVE vuelve a estar en dar protagonismo al Congreso. Tras la venta y derribo de los míticos y amplios Estudios Buñuel, donde se venían realizando los grandes especiales electorales que lideraban en audiencia, la cadena pública ha sabido dar la vuelta a su actual ausencia de platós y ha sacado la televisión a la calle, llevando las cámaras al epicentro más simbólico de la noticia, el Congreso de los Diputados, y utilizando su fachada como protagonista en la proyección de los datos del escrutinio.

Además, como realiza históricamente la BBC, TVE ha recreado virtualmente el hemiciclo para enriquecer sus gráficos. Televisión Española demuestra, de nuevo, su capacidad de realizar grandes retransmisiones con un puntero despliegue de medios.

Tal vez ha faltado una dirección que organice mejor los elementos más a tono con su tiempo. TVE no debe seguir la línea de La Sexta, pero sí debe recuperar la línea de TVE: con un lenguaje más empático y una escaleta menos encorsetada, donde los elementos visuales no se queden en retazos inconexos que se muestran, además, con cierto desorden. De hecho, se podría haber centrado toda la emisión de TVE desde la plaza del Congreso. Sin necesidad de cerrarse a limitados buses-estudio de alquiler (desde donde ayer se hizo el debate político), pues la propia plaza es un buen marco en el que instalar diferentes set como si se tratara de un plató tradicional. Integrando mejor en imagen el parlamento, dando más versatilidad a la emisión y creando mejor en el espectador la percepción de acontecimiento histórico que TVE transmite desde el corazón informativo.

Mientras, el resto de canales siguieron con su habitual enfoque editorial. Hicieron sus programas para los fieles de sus respectivas cadenas. Telecinco desde sus informativos (7.6% y 1.238.000), Cuatro desde el decorado de Las Mañanas de Cuatro (4.8% y 720.000) y Antena 3 desde unas mesas de Espejo Público a rebosar de expertos y colaboradores (10.4% y 1.676.000 -de 21:00 a 22:30h- y 9% y 1.345.000 - de 22:45 a 01:00h-) .

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@borjateran

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