OPINION

9 clásicos tics que eran habituales en TV y que ya han perdido (por suerte) los buenos presentadores

CARMEN SEVILLA TELECUPON
CARMEN SEVILLA TELECUPON

Ya no hay presentadores de corbata hortera, de frase rimbombante, de párpado hiperactivo y de engolada voz. Los vicios del maestro de ceremonias modélico de antaño se han perdido por el camino. Cómo hemos cambiado.

1. Los presentadores de hoy en día ya no miran muy fuerte a cámara para terminar guiñando el ojo a su público. Carmen Sevilla era experta en este arte de la complicidad a golpe de párpado. Incluso las nuevas hornadas de personajes televisivos adquirían rápidamente este hábito. Como los niños de Parchís. Sus pestañas también participaban en la coreografía:

2. Lejos quedan aquellos saludos a los espectadores del Canal Internacional. Daba caché recalcar, una y otra vez, que te veían al otro lado del planeta. Ahora, como mucho, sólo los presentadores se acuerdan de Venezuela en campaña electoral

3. Las coletillas. Esas frases hechas que empezaron siendo inconscientes y que, al final, intentaban crearse para dejar huella en la audiencia. Del 'Hasta aquí puedo leer' de Mayra al noticioso 'Al filo de la media noche' de Carrascal. Sin olvidar, el mítico ¡A Jugar! de Joaquín Prat. Icónicas y eficaces para perpetuar en el imaginario colectivo el recuerdo del presentador.

Incluso Mariló Montero pretendió tener su propia frase hecha cuando arrancó en La Mañana de La 1: 'Dalo por hecho'. Lo colaba en cuanto podía. Pero nadie pilló el juego de palabras. Malos tiempos para la coletilla, ni Anne Igartiburu repite ya su pasteloso 'Hola, Corazones'.

4. Recordar que estás en directo y, justo después, añadir aquello de 'y una hora menos en Canarias'. Como si los canarios no lo supieran ya.

5. Poner los brazos en jarra. Que es muy fino. Y aplaudir mucho.

6. Hubo un tiempo, además, en el que sacar a las señoras del público a bailar durante las actuaciones musicales era tendencia. El presentador no desaparecía durante el playback de turno y participaba en la actuación de marras. Y el espectador, cotilla, no quitaba el ojo. Ahora los comunicadores se esfuman y se van a la máquina de café. Error. Lo hacen todos. Bueno, todos menos Pablo Motos que sigue quedándose en los números musicales de El Hormiguero. Sobre todo si la canción ha sido grabada otro día y hay que dar un cierto toque de continuidad a la emisión del show para que el número quede integrado con naturalidad en el directo. Así sucedió con la siguiente visita. Ana Obregón sí estaba allí. La cantante ya no.

7. Potenciar un gesto característico, perfecto para que te parodie José Mota en fin de año. Véase el arqueo de ceja de Carlos Sobera.

8. Salir en la cabecera, careta y/o sintonía de tu programa poniendo caras de irresistible seducción. Acariciándote el pelo. Abrazándote a ti mismo si hace falta.

9. Y, por supuesto, presentar a tus invitados siempre con un engolado "señoras y señores". Lástima, pues en 2016 sería maravillo un presentador diciendo eso de "Señoras y señores, con ustedes, Abraham Mateo". Habrá que proponérselo a Paz Padilla en la próxima gala navideña de José Luis Moreno.

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@borjateran

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