OPINION

La mentira que nos hemos creído sobre la piratería

crea cultura atresmedia
crea cultura atresmedia

La industria audiovisual mengua en una sociedad en la que buena parte de la población entiende que la producción de contenidos audiovisuales surge de la nada y, por tanto, cree que debe ser gratis.

Falta educación social para que las nuevas (y viejas) generaciones entiendan que el entretenimiento de ficción que consumimos cuesta dinero: detrás existe inversión y puestos de trabajo que lo hacen posible.

También desde los colegios, donde no se educa en la piratería. Incluso en fácil encontrar proyecciones de películas en clase antes de que estén en el mercado legal. ¿Cómo han conseguido la copia? En efecto, con una descarga ilegal.

Un virus que se propaga y ataca directamente a uno de los pilares de cualquier país, la cultura. Y lo hace en un clima donde no es popular reflexionar sobre este tema. De hecho, brotan las reacciones airadas entre quienes defienden la descarga de contenidos ilegal como una expresión de libertad ante las cadenas que no emiten las series que ellos quieren ver o las distribuidoras que tardan en estrenar películas. Pero, en la era de “lo quiero todo y lo quiero ya”, ¿dónde queda la libertad de los creadores y su derecho a ser retribuidos por su trabajo y poder continuar generando obras?

La situación es clara: vivimos un momento de cambios de escenario, hay una revolución tecnológica y de hábitos de consumos. Las partes implicadas en la industria deben afrontar esa nueva época y adaptarse a marchas forzadas. Hay que inventar nuevas fórmulas que logren la sostenibilidad.

Y, mientras, en una situación agravada por crisis y recortes, los creadores de países como España tienen que pedir dinero por fórmulas inestables o se impone el "por amor al arte" en rodajes donde nadie cobra. Se pierde calidad, se pierden posibilidades, se pierde diversidad. La industria cultural se desmorona. Especialmente en el cine, donde ahora solo acceden a la primera línea aquellas producciones que consiguen ser financiadas por las cadenas de televisión y cuentan con una potente campaña publicitaria detrás. El resto de proyectos son prácticamente invisibles para la sociedad.

A pesar de este panorama, se mantienen argumentos demagógicos para defender las descargas ilegales. Nos hemos autoconvencido de mentiras como “me bajo esta serie porque ningún canal la emite aquí” o "me descargo esta película porque su distribuidora va a tardar dos meses en estrenarla en los cines españoles y no puedo esperar más", por lo que nunca va a sobrar que se abra debate sobre cuestiones tan trascendentales, ya que en nuestro país no se entiende que esta actitud es un problema que afecta sobre todo a las industrias más inestables, como la española.  En este sentido la compañía privada, Atresmedia, a través del movimiento Crea Cultura, lleva años realizando una campaña divulgativa para intentar concienciar a la sociedad. Lo último con un nuevo spot que se ha distribuido en salas de cine con la colaboración de Google, la federación de cines de España, Fedicine y Movierecord.

La sociedad tiene que tomar conciencia del elevado número de profesionales que trabajan detrás de una producción -empleos directos e indirectos- y cuyos puestos de trabajo van desapareciendo. Es una realidad incontestable: en los últimos años hemos sido testigos del cierre progresivo de productoras, distribuidoras, cines, discográficas, platós…  Porque aunque el escenario y las normas cambien, la cultura a través del entretenimiento sigue siendo clave para un sociedad rica en ideas. Y que cualquier esfuerzo por proteger la sostenibilidad de esta cultura, a sus profesionales y a sus ideas nunca va a estar de más.  Porque consumiendo contenidos legales el espectador gana: en experiencia de consumo y fomentando una industria audiovisual más potente, con mayor capacidad de producción de nuevos y más arriesgados proyectos.  

> La televisión en pause: no es país para la creatividad

@borjateran

Y ADEMÁS…

Lo que debe aprender TVE de su propia historia

8 trucos de Chicho Ibáñez Serrador que siguen siendo modernos hoy

4 anomalías de la TV en España que hemos terminado interiorizando como normales

8 peculiaridades de los decorados televisivos cuando aún no hay pantallas de Led

Mostrar comentarios