OPINION

'Mujeres y hombres y viceversa': así se ha convertido en el 'Al salir de clase' de la generación de hoy

mujeres y hombres y viceversa
mujeres y hombres y viceversa

Ya no hay series juveniles de producción propia en la tele española. Atrás quedan aquellos adictivos capítulos de Al salir de clase, Compañeros o Física o Química. Con los papeles estelares de Raquel Meroño, Antonio Hortelano o Andrea Duro.

No son buenos tiempos para las ficciones de adolescentes a la caza y captura de la felicidad en plena e incontrolable edad del pavo. Ahora, el testigo de este tipo de producciones ha sido cogido al vuelo por los programas de tele-realidad en los que Mujeres y hombres y viceversa dicen buscar el amor aunque, en realidad, lo que intentan es apañar la fama más instantánea. No son actores, simplemente son chicas y chicos guapos que se pelean entre pantallazos de conversaciones de guasap, fiestas en horteras discotecas y citas grabadas por una o dos cámaras.

Ahí está el éxito de Mujeres y hombres y viceversa: funciona como un culebrón que no necesita decorados de mansiones ni grandes atrezzos. Sólo basta Emma García en lo alto de una escalinata picando a una legión de chavales que visten ropas bien apretadas.

Sus dramas, sus peleas, sus pasiones... Todo es vivido como una telenovela por los fieles al show. De hecho, el formato no sigue una estructura de programa corriente. Cada capítulo se va entremezclando con el siguiente episodio como si de una serie de sobremesa se tratara. "Seguimos grabando", dice Emma. Y la trama continúa.

Una trama que no cuenta con demasiadas variables. A este chico le gusto, a este chico no le gusto. Y viceversa. Este chico tontea en secreto con otra, este chico me ha mentido. Y viceversa. Y así todo el rato. Y así una década de éxito en emisión.

Porque Mujeres y hombres y viceversa se ha convertido en el Al salir de clase de hoy. Aunque con muchas diferencias: aquí las ilusiones y expectativas de los jóvenes son más limitadas. Porque no hay expectativas e ilusiones más que encontrar un amor de cartón-piedra que se olvida tan rápido como se apaga el piloto rojo. Y que conlleve una fama efímera que igual les catapulte a algún reality de la cadena. No son actores, pero si hay que actuar se actúa, o se sobreactúa incluso. Eso sí, de Mujeres y hombres difícilmente saldrá una Pilar López de Ayala que gane un Goya. Aquí sólo pueden aspirar a mejor tronista revelación. 

> La televisión en pause: no es país para la creatividad

@borjateran

Y ADEMÁS…

> La televisión Ni-Ni: el triunfo de la audiencia que no exige

Lo que debe aprender TVE de su propia historia

8 trucos de Chicho Ibáñez Serrador que siguen siendo modernos hoy

4 anomalías de la TV en España que hemos terminado interiorizando como normales

8 peculiaridades de los decorados televisivos cuando aún no hay pantallas de Led

Mostrar comentarios