La generación de los noventa celebra eufórica el 20 aniversario de las Spice Girls. Emma, Mel B, Geri, Victoria y Melanie C removieron la industria musical con un éxito de ventas fulgurante. Las chicas picantes eran más que una girl band, eran un producto que aterrizó en el momento perfecto y de la forma perfecta: cinco personalidades bien dibujadas (al gusto del consumidor) que se presentaban con una estrategia de videoclips planificada al milímetro para conectar con su público objetivo.
Una táctica de promoción definida a nivel internacional. También calculada para España, donde las Spice pasaron por programas de calado como Música sí, Club Disney o, por supuesto, Sorpresa, sorpresa. Cuando los programas de sorpresas tenían sorpresas de verdad. Sin trucos impostados, sólo apostando por la imprevisibilidad más genuina:
El éxito se expandió velozmente. Y claro, esta aureola de triunfo instantáneo a veces es difícil de digerir. Incluso en reputadas galas de premios, como sucedió en la ceremonia de entrega de los Ondas de 1997. La emisora organizadora, Radio Barcelona, se sacó de la manga una mención especial para que la formación viniera a España y cantara en el sarao. Objetivo cumplido. Lo consiguieron. Pero, cuando llegó el instante de salir a escena, las Spice Girls se negaron a actuar en la gala hasta que no abandonaran los fotógrafos la sala.
Los presentadores del sarao, Iñaki Gabilondo y Gemma Nierga, no daban crédito. La regidora entró a explicar el problema al propio Gabilondo, que comunicó las novedades al respetable con su habitual honestidad tranquila. Entretanto, Angel Pavlovsky puso el punto ácido al sainete. Era lo que tocaba, y lo hizo mientras se fumaba un pitillo sentado en el centro del escenario. Suponemos que esperando a las famosas Spice.
Y, al final, como dijo Gabilondo, se instaló la "racionalidad": las Spice bailaron y cantaron. En riguroso playback, por supuesto. Y el público les regaló uno de los mayores abucheos de la historia de nuestra televisión. Puro estruendo. La cara que se le quedó a Geri Halliwell ante tal panorama lo dice todo. La formación empezaba su declive.
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