OPINION

El problema de la emisión en diferido de los Juegos Olímpicos en TVE

paloma del rio rtve
paloma del rio rtve

La televisión vive una revolución tecnológica que requiere un periodo de adaptación para el espectador y para los propios programadores de las cadenas tradicionales. Esta brecha esta siendo evidente con la programación de los Juegos Olímpicos.

Desde la creación de rtve.es y el área de interactivos de RTVE (ahora denominada RTVE digital), la corporación pública ha sido pionera a la hora de innovar con las nuevas ventanas de emisión y los nuevos lenguajes audiovisuales. Porque es obvio que la televisión ya no sólo se consume por la televisión.

Y los Juegos Olímpico de Río están siendo una oportunidad para seguir avanzando en las nuevas posibilidades de la era de la televisión conectada. De hecho, desde la cadena pública se ha apostado por desarrollar una emisión en streaming adaptativo (hasta HD codificado a 3,5 MB) que se ajusta al ancho de banda disponible por el usuario y que está permitiendo que los espectadores no se pierdan ninguna competición de los representantes españoles, en directo, a través de estas señales online que se pueden consumir en cualquier dispositivo (ordenador, tablet, móvil y, por supuesto, televisión conectada).

Sin embargo, para quienes siguen la emisión tradicional de Televisión Española, por los canales habituales -La 1 o Teledeporte-, se está creando cierta percepción de caótica programación. El motivo: determinadas competiciones se emiten en falso directo, debido a que la televisión tradicional no puede abarcar tanto deporte simultáneo por el simple hecho de que le falta hueco en su programación.  Y esto propicia cierta indignación entre los espectadores que prefieren uno u otro deporte.

La decisión del falso directo se toma, a priori, pensando en aquellas personas que aún no cuentan con la tecnología para seguir todas las emisiones online y necesitan verlo en La 1 o Teledeporte. Pero... ¿tiene sentido reponer en La 1 lo que ya se ha podido ver en Internet cuando hay tanta oferta en vivo por emitir?

La versión online de RTVE ya realiza su función de servicio público al dar 19 señales de forma simultánea, unas con interés más masivo y otras más minoritarias. De hecho, todos los deportistas españoles se han podido ver en directo en rtve.es. Pero, a pesar de este despliegue, las reposiciones en la primera cadena han contagiado la sensación de que se maltrata a determinados deportistas o no se trata a todos por igual.

¿Importa más que se vea en directo en La 1 al tenista Rafa Nadal o a la nadadora Mireia Belmonte? El pasado viernes, por ejemplo, La 1 primó a Nadal y relegó a Belmonte al diferido. Hubo quejas, pero, evidentemente, el dilema era complicado, más aún cuando muchas competiciones no tienen una duración fija y se pueden alargar imprevisiblemente.

El problema está en que en la era de Internet no tiene sentido la emisión con retardo de una competición deportiva en un canal como La 1, pues el público objetivo de dicho evento ya conoce el resultado gracias a los actuales sistemas de acceso inmediato a la información, ya sea la web de rtve.es o Twitter. Este hecho, por tanto, choca frontalmente con la decisión de reponer un deporte cuando, en ese mismo momento, se puede emitir la señal en directo de otra prueba olímpica. Emitir competiciones en diferido produce, además, un efecto dominó que arrastra a otras competiciones que podrían ofrecerse en directo. Esta táctica era apta para los años noventa pero no para este 2016 con espectadores multiconectados y ávidos de información en tiempo real.

La solución es, por tanto, que La 1 o Teledeporte prioricen siempre el directo por encima de la reposición, que el espectador puede consumir 'a la carta' cuando desee. Aún así, seguirá habiendo quejas, pues, si coinciden dos o más competiciones en directo de deportistas españoles, habrá que elegir cuál responde a un mayor interés general. Y no todo el mundo estará de acuerdo en el criterio de elección.

También falta todavía una mejor divulgación en la propia emisión tradicional (con más promociones, explicaciones e incluso grafismos) para que se conozcan más las nuevas formas de consumir contenidos más allá de la antena del tejado de toda la vida. No todos los espectadores tienen claro el abanico de posibilidades del universo online, tras unos años en los que toda la comunicación sobre la revolución televisiva se ha centrado en la TDT (con un sistema de por sí anticuado).

En cambio, el verdadero futuro de la televisión está en los consumos que nacen de señales online, aunque se vean por el aparato de televisión de siempre. Y ahí está uno de los retos que tiene por delante RTVE: divulgar la revolución televisiva en la que estamos inmersos, innovar en los nuevos soportes (como ya ha hecho con El Ministerio del Tiempo y en estos Juegos Olímpicos) y explicar a la sociedad sus propios contenidos con más ímpetu y claridad.

RTVE en redes sociales

Además de la plataforma propia de rtve.es, los profesionales de la cadena pública están aprovechando el grueso de redes sociales para explicar la programación y crear atractivos contenidos propios, complementarios a las retransmisiones deportivas al uso. Lo hacen a través de Twitter, Snapchat, Instagram, Youtube o Facebook, donde se pueden ver entrevistas exclusivas en directo. en las que el propio espectador puede participar con sólo un clic.

Un trabajo en equipo que también utilizan los periodistas de referencia de RTVE. Un ejemplo son María Escario o Paloma del Río que están empleando su Twitter personal con una inteligente intuición para mostrar entretelas de las olimpiadas, generar conversación y hacer a los usuarios partícipes de su día a día en Río.

@borjateran

A FONDO:

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