OPINION

Así ha regresado Wyoming: decorado renovado para ¿el curso más difícil de El Intermedio?

wyoming nuevo decorado de El Intermedio
wyoming nuevo decorado de El Intermedio

Camino de las terceras elecciones, la política española vive un día de la marmota que se está eternizando. Todo parece que sigue igual desde que El Intermedio se fue de vacaciones. La audiencia empieza a sentir cierto hartazgo con la previsible crónica de los vaivenes de los políticos y Wyoming ha regresado para remediarlo a su manera.

Pero los de El Intermedio, conocedores de la situación de cansancio de la audiencia en la repetitiva actualidad gubernamental, han realizado algunos cambios para que todo siga igual. Lo más visible, han modificado el reconocible fondo del decorado. Ahora es un mapa de este planeta nuestro cuando se ilumina por la noche. Así el espectador no se cansa de la puesta en escena. Así el programa de La Sexta se parece aún más a un informativo. Porque, al final, es en lo que se ha convertido El Intermedio: en un exhaustivo Telediario que digiere la realidad a través del humor.

La pareja entre Wyoming y Sandra Sabatés propicia el equilibrio perfecto entre humor canalla e información, que da como resultado un retrato muy atinado de la sociedad española con la comedia como excusa. De ahí el longevo éxito del programa en audiencias. Un hito, pues se mantiene en emisión desde el nacimiento del canal, hace casi 11 años. Incluso antes de que arrancara La Sexta Noticias, porque la cadena verde nació sin informativos en sus primeros meses de vida.

Aunque los comienzos de El Intermedio no fueron fáciles. El público no acogió con grandes cuotas de pantalla los primeros compases del programa de Wyoming, que llegó como formato semanal para retratar los entresijos (buenos y malos) de los medios de comunicación. No obstante, La Sexta tuvo paciencia, creyó en su producto y El Intermedio cogió alas. Había definido su esencia.

El secreto está en que es un programa que va más allá del gag y, a través de un equipo de redactores, documentalistas y guionistas, sabe exprimir la actualidad con una mirada particular, diferente y sin miedo a la corrosión que merece. Así se logra resumir la información del día con la personalidad propia que otorga el poder de la comedia.

El programa fusiona, por tanto, dos géneros, el informativo y el humor, que se va entremezclando con astucia, entre colaboradores como Dani Mateo o Thais Villas (con su análisis de la reacción de los mercados... de abastos) y los surrealistas “vídeos manipulados”. Estas delirantes píldoras editadas que irrumpen en el desarrollo del programa consiguiendo dinamizar el formato y conectar, con soltura, las distintas partes del show.

A nivel televisivo, El Intermedio es un formato inteligente y valiente: en ritmo, guion y tono. Ahora tendrá que luchar contra ese empacho político sin evolución aparente y los nuevos competidores en canales rivales con contenidos más livianos, como First Dates en Cuatro, que ha tomado impulso en verano y que querrá comerse un buen trozo de la tarta de cuota de pantalla. Por suerte, los bamboleos de la actualidad otorgarán al programa de Wyoming de buenas dosis de materia prima para seguir diseccionando el día a día a su audiencia fiel, una audiencia que sabe reírse de sí misma e incluso de su propio país. 

@borjateran

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