OPINION

Así ha sido la emocionante primera vez de Penélope Cruz en 'El Hormiguero'

penelope en el hormiguero chocolate
penelope en el hormiguero chocolate

Penélope Cruz se ha estrenado en El Hormiguero con uno de los programas más emocionantes que se recuerdan de la década de historia del formato de Pablo Motos y Jorge Salvador. Penélope ha acudido para divulgar a través de la televisión un documental sobre la leucemia infantil, Uno entre cien mil, que ha dirigido ella misma para recaudar fondos que ayuden a la investigación de la enfermedad (enviando un mensaje con la palabra UNO al 28014).

Y ese compromiso de la actriz se ha contagiado durante toda la emisión del retorno de El Hormiguero. Especialmente con la aparición de dos pequeños, Lucas y Alba, que han sufrido esta enfermedad. La espontaneidad de ambos, junto a la mirada transparente de la actriz, ha transmitido una emoción especial, con esa ingenua ilusión de los niños. Incluso han jugado a las adivinanzas con chocolante, donde la propia Penélope no ha dudado en pringarse (literalmente) como una más. Todo en una noche en la que también ha habido tiempo para recordar lo que sintió al recoger el Oscar (dedicándoselo a todos los actores españoles) y se ha emitido un tráiler en exclusiva de su más próximo estreno La Reina de España, secuela de La niña de tus ojos, dirigida por Fernando Trueba y producida por Atresmedia.

Esa es la grandeza de las grandes actrices. Pero Penélope Cruz tiene otro superpoder: la naturalidad que no esconde ni su propia timidez ("estoy feliz de estar aquí por fin, pero muy nerviosa", aseguró nada más sentarse en la silla). Poderosa naturalidad, que está por encima de promociones, teatros o focos encendidos.

Con este plato fuerte ha regresado El Hormiguero. Ha sido el estreno de su undécima temporada. Suena a número de copas de equipo de fútbol. Pero no, el programa lo ha logrado en la inestable liga de la pequeña pantalla gracias a la televisión que lucha, sin bajar nunca la guardia, por la creatividad. Y así ha vuelto: buscando el más difícil todavía, trasladando un avión a las puertas de su plató, en plena calle de Alcalá de Madrid. Un avión denominado "milagro" porque se partió por la mitad en un accidente y no hubo víctimas mortales.

Sobre el avión se ha realizado una proyección animada por mapping, con un gracias final de Viceroy, la compañía que ha financiado el documental de Penélope. Ha sido el colofón final de un comienzo de temporada emocionante para la televisión que no se conforma e invierte, siempre, sin descanso, en las ideas como motor irrefrenable.

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@borjateran

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