"La otra torre, Ricardo, la otra torre, ha impactado en la otra torre. Y aún en una zona más baja aún. Dios Santo". Así vivió Matías Prats, en directo, los atentados del 11 de septiembre. Lo hizo junto al recordado corresponsal en Nueva York de Antena 3, Ricardo Ortega, que falleció en 2004, víctima de un ataque norteamericano durante la crisis de Haití.
Parecía una película de Will Smith o Bruce Willis. Pero no, era realidad. Terrible realidad. Y las palabras de asombro de Prats, al ver como estallaba el segundo avión, transmitían la misma sensación de absoluto desconcierto que estaba viviendo, en ese mismo instante, la audiencia de todo el mundo.
Y es que loa terroríficos atentados del 11 de septiembre fueron ejecutados a un horario perfecto para ser vistos en directo en medio planeta. Las cadenas estadounidenses ya a esa hora estaban en plena emisión de sus populares programas matinales. Mientras, sus homólogas europeas, habían arrancado sus informativos de sobremesa.
Un mortífero ataque, por tanto, pensado para ser emitido en tiempo real a través de la vertiente más espectacular de la televisión. Así fue. Los canales realizaron los ‘telediarios’ más largos de su historia. La caída de la Torres Gemelas paralizo el mundo, en directo, vía satélite.
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