OPINION

De 'Tengo una pregunta para usted' a 'Salvados': el impulso de la TV como referente en información

astral la sexta
astral la sexta

La televisión siempre ha sido tratada con cierto desdén desde la prensa en papel. Los periódicos representaban a la credibilidad, sus editoriales podían influir en los vaivenes de la política e incluso se atrevían a acuñar términos para infravalorar a la pequeña pantalla. Así surgió la denominación de 'telebasura'.

Porque, desde aquella prensa en papel, la televisión siempre ha sido considerada como un mero instrumento para "pasar el rato", que decía un Ministro. Como si pasar el rato fuera un detalle de cualificación menor. Es más, tradicionalmente, los sabios críticos de televisión, de aquella prensa impresa, ni veían la televisión. No les hacía falta para desairar ese electrodoméstico que narraba historias desde su posición prioritaria en el salón de las casas.

Si la llegada de la radio no mató la prensa, tampoco la televisión sacrificaría la credibilidad del papel. O eso parecía. Menos aún con la llegada de las privadas en el 90, donde la feroz competencia homogeneizó las programaciones. Entonces, las noticias se centralizaron en los informativos y en espacios situados estratégicamente en franjas secundarias

La apuesta por Tengo una pregunta para usted (2007-2009), en La 1 de TVE, marcó el primer gran punto de inflexión. Tras años de ruedas de prensa y comunicados oficiales, la televisión pública sacaba a los políticos del despacho y los enfrentaba a la realidad de la calle. Los líderes del gobierno, partidos y sindicatos respondían cara a cara a los ciudadanos en un formato de entrevista con lenguajes audiovisuales actuales (multipantalla, grafismo, iluminación, puesta en escena...). Y en horario de máxima audiencia, liderando y logrando altas cuotas de pantalla.

El escenario empezaba a cambiar. Empezaba a quedar en evidencia que, también en épocas de numerosa oferta de canales, la política interesaba a las grandes audiencias, siempre que se contara con las narrativas de la televisión de hoy. Aunque el cambio final llegaría tras el movimiento ciudadano del 15 de marzo de 2011. Las grandes cadenas no se percataron de ello, pero comenzaba una regeneración de los consumos. Había una audiencia que demandaba más y mejor información.

Y entonces La Sexta empezó a encontrar su sitio. Un canal que, curiosamente, se encendió sin informativos: la redacción de noticias tardó varios meses en montarse. Los deportes y el humor fueron los primeros pilares del canal verde. Y del humor, surgieron formatos como El Intermedio Salvados, que poco a poco fueron trazando el porvenir de la cadena como referente de información. Porque el humor es una cosa muy seria, y muy útil como herramienta que retrata épocas por encima de ideologías y trincheras.

Diez años después, ya hemos olvidado el humor de los inicios de Salvados. De la sutil ironía de la comedia en sus comienzos surgió la oportunidad para que se diera luz verde a un formato que ha ido creciendo inexorablemente hasta recuperar, en prime time y desde una emisora comercial, la esencia del periodismo en televisión. El periodismo que se sale del guion preestablecido para poner el foco, desde la sensibilidad, en los problemas de nuestro tiempo: los que vemos y los que no siempre vemos.

Pero el gran impulso de La Sexta se produjo a partir de la fusión con Antena 3. El pez grande no se comió al adoptado y Atresmedia entendió la línea editorial de La Sexta como referente en información y, así, potenció esa imagen, con más producción propia destinada a la actualidad política y social. A la oferta, con asentados espacios como Al Rojo Vivo y La Sexta Columna, se sumaron otros programas como Más vale tarde (llegó en pleno proceso de fusión) y La Sexta Noche. También se incorporó Equipo de Investigación y, posteriormente, se enriqueció la oferta con el periodismo de datos de El Objetivo de Ana Pastor.

Un canal generalista privado, no temático, con el periodismo como identidad. Ya no es la prensa tradicional la que, a solas, marca la agenda informativa de la televisión. Ahora, es la propia televisión la que también marca la agenda. La Sexta lo ha hecho con temas exclusivos como los papeles de Panamá o, esta misma noche, con la edición especial de Salvados que narra la tragedia de los migrantes en las aguas del Mediterráneo.

Porque los tiempos han cambiado pero no la importancia de contar lo que pasa con sensibilidad viva y estilo propio. Y ese es el problema de los medios de comunicación de hoy: sufren una crisis existencial que La Sexta no padece.

@borjateran

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