OPINION

La bola de cristal: la audaz crítica a la televisión desde dentro

los electroduendes
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"¿Dejarías que Espinete se uniera a nuestro plan para destruir Televisión?", preguntaban los Electroduendes al director de Barrio Sésamo, Antonio Torets, tras "raptarlo" para una emisión de La Bola de Cristal de 1984. Una excusa de guion que, en realidad, buscaba promocionar otros espacios infantiles de la cadena.

Eran otros tiempos, pero entonces en TVE ya sabían de la importancia de retroalimentar los diferentes programas de la televisión pública para favorecer un trasvase de fieles espectadores. Aunque La bola de Cristal, con su obsesión por enseñar a aprender, lo hacía de una manera más que inteligente: ya que recordaba el resto de la programación con su particular táctica de desmontar la televisión desde dentro y fomentar el espíritu crítico a la hora de consumir contenidos a través de la pequeña pantalla. Dos competencias básicas que intentan desarrollar actualmente las programaciones didácticas de todos los centros educativos.

Un objetivo que el espacio de Lolo Rico alcanzaba con mucho humor gracias a las travesuras de estos Electroduendes que torpedeaban constantemente su propio programa, pero también los ajenos. Así, estos personajes recalcaban la "repetitiva programación", para ellos, de la época. "Esta semana hay lo mismo que la anterior... Estoy desesperada", decía Hada Vídeo.

Aunque, lo cierto es que en los ochenta llegaron a convivir, de forma simultánea, una decena de espacios de producción propia pensados por y para los niños, desde Los Sabios (con Isabel Gemio y su MIM -Mi inteligente Muñeco-) a El Kiosco (con pequeños descubriendo grandes éxitos musicales). De hecho, al director de este último programa, Ramón Pradera, también fue "secuestrado" por estos Electroduendes ansiosos de interrogar con sus dudas catódicas a los responsables de la televisión de aquellos ochenta.

"¿Cómo está Espinete? Tengo ganas de conocerle para preguntarle una cosa: ¿ese peinado que lleva es el resultado de un susto o se trata de una permanente natural?", soltó la electroduende Hada Vídeo a Antonio Torets, que fue despedido de La Bola con un "lo mejor será que lo liberemos, a mí me aburre". Sin duda, la televisión que es critica consigo mismo es mejor televisión.

Porque La Bola de Cristal marcó y traspasó a la generación para la que estaba concebida gracias a su compromiso para despertar la curiosidad y desarrollar la imaginación incluso invitando a apagar la tele. Todo un atrevimiento en la actualidad, en 2016.

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@borjateran

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