OPINION

La diferencia del Buenafuente de la TV de pago con el Buenafuente de la TV en abierto

buenafuente tv de pago
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Buenafuente sigue siendo fiel a Buenafuente, ahora desde el canal Cero de Movistar Plus. Su actual programa mantiene la sana costumbre de apostar por una escenografía acogedora, un público entusiasmado y un escritorio de madera de la buena.

Pero, en cambio, en su espacio Late Motiv se da una peculiar circunstancia que es una rara avis en los tiempos que corren: sus invitados parecen más cómodos en este show de la tele de pago que en las cadenas en abierto.

El propio Buenafuente bromeó un día en plena emisión: cuando tenía tiempo en La Sexta y Antena 3, dijo, los invitados se cortaban; ahora, que el programa sólo dura una hora, los invitados se sueltan y no paran de hablar. Razón no le falta. De hecho, juegan, bromean, trastean e incluso dicen verdades sin red. Y nada parece forzarse a presión, surge con imaginación.

Toda una llamada de atención a los operadores en abierto, pues la producción propia de pago de Movistar Plus, a través de Cero, está creando un clima cómplice que se contagia hasta en las celebrities que asisten a los platós de la cadena.

Y por eso mismo Buenafuente es más Buenafuente que nunca y sus invitados son más ellos mismos, a veces demasiado ellos mismos. Tal vez porque no sienten la presión de seducir a los directivos del canal de turno con una gran sonrisa y, al ser posible, con un salto de tirabuzón para conseguir un récord de cuota de pantalla. Igual que Buenafuente, que ya no necesita sobre-recargar el show (y sus entrevistas) de fuegos artificiales con el objetivo de que ningún espectador sienta la tentación del zaping.

La televisión ha infravalorado el poder de la calmada conversación, como si fuera sinónimo de aburrimiento. Al contrario, con química, la charla sin prisa y sin pausa es una experiencia disfrutona. Y eso lo consigue Buenafuente. Lo hacía en abierto y lo hace en pago, aunque ahora el resultado luce más porque nadie está excesivamente pendiente de la susceptibilidad de los audímetros y sí está pendiente de poder llevar a cabo las ideas. Como consecuencia, Andreu Buenafuente propicia un contexto en el que regresa a la tele un público que existe y que siempre estará, ese público al que también le gusta escuchar y dejarse sorprender por la conversación. Aunque esta particularidad parezca en peligro de extinción en la televisión de hoy.

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@borjateran

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