Es un hecho. Gran Hermano 17 aún no ha terminado y ya, prácticamente, ha sido olvidado. El programa ha mantenido público fiel pero, sin embargo, ha perdido el interés del espectador más generalista ante la ausencia de tramas con personalidad propia dentro de la famosa casa de Guadalix de la Sierra.
En plena recta final de esta temporada, es momento de realizar balance. Uno de los principales problemas del reality ha estado en un casting demasiado monocolor, donde han existido demasiados gritos y ha escaseado el carisma.
¿Por qué no se han introducido perfiles de concursantes más diversos en GH17? ¿Ya no se presentan a los castings del programa otro tipo de personajes que estén fuera de los cánones del estereotipo de aspirante a famoso en Telecinco -chicas y chicos cortados por un único patrón, digno del plató de Mujeres y Hombres y Viceversa, que de mayores quiere ser artistas del bolo de discoteca-? A partir de ahora, el formato debe salir a la calle y buscar a otro tipo de personaje, que no sea tan experto en las tripas del reality.
Y ahí está el fallo que no debe repetir GH ante su próxima edición, porque GH tendrá una nueva edición: más pluralidad de participantes en los que el espectador pueda sentirse reconocido. Más arco de edades, de profesiones y de inquietudes. Porque para que GH despierte la curiosidad de la audiencia mayoritaria no solo bastan peleas. El público quiere historias que bailen entre la emoción, la tensión y, no menos importante, el humor. Cuanto más humor desprenda el programa, más saludable será el porvenir de Gran Hermano 18.
En la presente edición, la comedia ha escaseado y la homogeneidad de los perfiles de los concursantes ha impedido que surgiera una diversidad de tramas de culebrón con buenos y malos incluidos. Porque el éxito de Gran Hermano es que es un culebrón en vivo y en directo, y para lograrlo hacen falta buenos y malos. No solamente gente creyendo que el secreto del éxito en televisión es discutir mucho. El buen reality show necesita villanos de manual, pero también personajes queribles, con los que la audiencia pueda identificarse y a los que amar. Para que unos te caigan mal, otros te tienen que caer bien. Y en este GH, la empatía ha escaseado.
También es importante que todos los participantes no sean de la misma "quinta". Demasiado jóvenes han sido en este GH17. La trayectoria de Gran Hermano evidencia que siempre es un acierto introducir personalidades más adultas, como Mayte Galdeano o Aida Nizar, que sirven de contrapunto generacional.
Jorge Javier Vázquez no ha tenido la culpa del aburrimiento que ha desprendido GH17. Le ha salido rana el casting, la próxima temporada Telecinco debe revolucionar los rostros que participan en su más emblemático reality y, sobre todo, olvidarse ya de hablar de ediciones de secretos, pues el público ya está inmune a las mentiras de personajes que se creen resabiados de televisión, como Miguel (y su utilización de un peluquín para llamar la atención). La audiencia quiere ahora personajes en positivo que contagien una verdad apabullante, que transmitan una verdad sin medias tintas.
Y ADEMÁS…
> ‘Gran Hermano’: así manipula tus emociones
> Los 10 mandamientos del concursante de ‘Gran Hermano’
> Los elementos cruciales para el éxito en TV que se han olvidado
> Así sería ‘Verano Azul si se hubiera rodado hoy
> Los 7 parecidos razonables de ‘Sálvame’ y un viejo culebrón de sobremesa
Hemos bloqueado los comentarios de este contenido. Sólo se mostrarán los mensajes moderados hasta ahora, pero no se podrán redactar nuevos comentarios.
Consulta los casos en los que lainformacion.com restringirá la posibilidad de dejar comentarios